Tan pronto estalló el carro bomba en la avenida Pepe Sierra el pasado jueves la pregunta que flotó en medio de la humareda de los hierros retorcidos de los vehículos, literalmente convertidos en chatarra por la explosión de los 80 kilos de dinamita gelatinosa, fue quién estaría detrás de ese terrorismo que se inició a comienzos de los años 90 y que sembró el pánico en Colombia. Varias hipótesis se manejan sobre el tema. Una apunta a la guerrilla. Otra a los narcos. Una tercera a una mezcla entre narcos y guerrilla. La verdad es que las autoridades todavía no tienen en claro quién o quiénes son los autores intelectuales de esta tragedia. Pero en sus manos tienen pistas y testigos que les permitirán avanzar en la investigación. ¿Cuáles son las hipótesis que manejan las autoridades?El hecho de que la bomba explotara a escasos metros de la sede de la Federación de Ganaderos puso dentro de la baraja de posibles autores a la guerrilla. Sobre todo con el antecedente de que las Farc habían puesto un petardo en la sucursal de Fedegan en Montería hace un par de años. En varias oportunidades este grupo subversivo ha denunciado públicamente la existencia de supuestos vínculos entre el gremio de los ganaderos y los grupos de autodefensa y no es exagerado afirmar que el secretariado los ve como un brazo político y económico del paramilitarismo. Sin embargo son varios los argumentos, tanto de fondo como de forma, que conspiran contra esta hipótesis. El primero, y el más evidente, es que hace sólo un par de semanas las Farc y el gobierno lograron sentarse en la mesa de negociación para discutir la agenda temática luego de un largo y tortuoso proceso de diálogo. En este proceso los subversivos han logrado una situación ideal: ganar oxígeno político sin ceder y negociar sin pactar un cese al fuego. Es evidente que las Farc utilizarán una mezcla de distensión temporal y ataque a poblaciones, pero acudir al terrorismo urbano no traería sino desventajas.En lo que se refiere al ELN, que en el último año ha criminalizado vertiginosamente su lucha armada (basta con recordar el secuestro del avión de Avianca y la retención de varios feligreses en la iglesia La María de Cali), las hipótesis también parecen frágiles. El proceso con este grupo insurgente para sentarse en una mesa de negociación paralela está bastante avanzado gracias a la intermediación de la sociedad civil.Narcos vs narcos Todas las hipótesis que manejan los organismos de seguridad apuntan a sectores del narcotráfico. Pero esta vez los investigadores le suman un elemento nuevo: las milicias. De acuerdo con las primeras pesquisas los milicianos han reemplazado a las bandas de sicarios al servicio de la mafia. Así quedó demostrado con la bomba del pasado 24 de octubre en Medellín. Las autoridades paisas lograron detener a todos los integrantes del atentado perpetrado contra una sucursal del Banco Ganadero en esa ciudad. En un principio se pensó que se trataba de una incursión guerrillera pero después se comprobó que los autores intelectuales eran de la mafia pero que el trabajo se le había encargado a las milicias de las Farc. Las características del atentado en Bogotá _el tipo de dinamita utilizada y la forma como se hizo explotar el vehículo_ guardan una enorme similitud con lo ocurrido en Medellín. Ese mismo procedimiento se había utilizado el martes pasado en el Centro Administrativo Nacional _CAN_, donde dos funcionarios del Cuerpo Técnico de la Fiscalía por poco pierden la vida. En este sector convergen varias entidades, como la Fiscalía, el Ministerio de Defensa, la Policía y la embajada de Estados Unidos. Por eso los investigadores han enfilado baterías para determinar cuáles son los lazos que unen al narcotráfico con las milicias bolivarianas. Pero si bien podría ser fácil afirmar que son los narcos, no lo es determinar cuáles. En un principio se pensó que detrás del atentado estaban las manos de los grupos de narcos que iniciaron una vendetta desde el año pasado y que ha dejado 70 muertos. Pero muy pronto se descartó esta hipótesis, pues si la guerra se ha llevado por delante 70 personas qué necesidad había de colocar un carro bomba para acabar con la vida de inocentes. La única explicación sobre esta teoría podría estar sustentada en que en el sector hay varios inmuebles que pertenecen a reconocidos capos. La hipótesis que más fuerza ha cogido, y sobre la cual trabajan los investigadores, tiene que ver con el interés de un grupo de narcos en que se agilice el trámite de extradición sobre varios de ellos, quienes hoy se encuentran tras las rejas y cuyos expedientes están en manos de la Corte Suprema de Justicia, que en los próximos días tendrá que tomar una decisión al respecto. La amenaza presidencial sobre el tema del narcoterrorismo habría servido de acicate para que unos llevaran a cabo un atentado que implicara la extradición de sus enemigos. Por un lado, para quedarse con el control del negocio y, por el otro, con las propiedades que están a su nombre dentro del famoso carrusel del testaferrato. El problema es que hasta ahora son sólo hipótesis. Las autoridades todavía no tienen nada en concreto. Las pistas que quedaron en la escena del crimen son pocas y, como suele suceder en Colombia, la lista de posibles responsables es interminable. nn el viacrucis de la extradición_Nuevamente fue demandada y declarada inexequible la ley de extradición. Colombia quedó sin mecanismos para extraditar nacionales a Estados Unidos.1988: La sala penal de la Corte Suprema de Justicia advirtió que con el fallo que tumbó la ley de extradición recobró vigencia el tratado anterior, que establecía la extradición por vía administrativa.1989: El presidente Barco, a través de un decreto de Estado de Sitio, retomó el criterio de la Corte y fijó la extradición por vía administrativa. El gobierno, de manera autónoma, asumirá y decidirá sobre los pedidos de extradición hacia Estados Unidos, suspendiendo mientras dura el estado de excepción las normas del Código Penal y de procedimiento sobre extradición. El decreto que establecía la extradición por vía administrativa fue suspendido el 18 de agosto, coincidiendo con el asesinato de Luis Carlos Galán.1991: Desde la posesión del presidente César Gaviria, en agosto de 1990, se desató la más dura oleada narcoterrorista en el país. Se expidieron más de siete resoluciones administrativas, otorgando la extradición a igual número de colombianos a Estados Unidos con base en el decreto de la administración Barco. Los abogados de 'Los Extraditables' interpusieron recursos contra las resoluciones.n el viacrucis de la extradición_La Asamblea Constituyente, por primera vez en la historia jurídica y política del país, elevó la extradición a rango constitucional y prohibió la entrega de colombianos. Las extradiciones en trámite fueron negadas. El terrorismo se encuentra en su punto más álgido.1997: El restablecimiento de la extradición de colombianos fue aprobado en cuarto debate por la plenaria de la Cámara de Representantes el 17 de diciembre, pero sólo podrán ser extraditados aquellos que hayan cometido delitos después de esta fecha. No es retroactivo.1999: El 9 de noviembre la sala penal de la Corte Suprema de Justicia dio concepto favorable para la extradición a Estados Unidos de Jaime Orlando Lara Nausa. La última extradición de un colombiano se remonta al 3 de agosto de 1990, cuando el gobierno avaló la extradición de Jesús Humberto Vega y Martín Alonso Gil Zapata. La Corte autorizó la extradición con base en el Código de Procedimiento Penal, debido a que el tratado de extradición con Estados Unidos _suscrito en 1979_ no se encuentra vigente porque la Corte Suprema dejó sin piso su ley aprobatoria.