La operación de Comcel inició el 1 de julio de 1994 y cerró su primer año de operaciones con 75.000 usuarios, los cuales ascendieron en estos 18 años a cerca de 29 millones, significando cerca de 62,5% del mercado. En 1997 lanza la Tarjeta Amigo, que se constituyó en la primera tarjeta de comunicación prepagada en Colombia. Hoy, el operador cuenta con el 63,78% de usuarios en categoría prepago, los cuales superan los 24 millones. En el mismo año se convierte en el primer operador del país en utilizar la red satelital para conectar a los habitantes de los antiguos territorios nacionales. Luego, en el 2002, Comcel se convierte en subsidiaria de América Móvil y, gracias a las inversiones del Grupo en el país, se incrementaron las bases de 270 a 350 con cubrimiento en 328 poblaciones a nivel nacional. Dos años después se fusionó con Occel y Celcaribe con un total de 1.890 empleados, convirtiéndose en el primer operador con cubrimiento nacional. Ese año se realizaron 3’434.071 de activaciones, cerrando con 5’813.982 abonados. Sin embargo, un par de años después el operador contaba ya con un total de 19,5 millones de líneas activas, por lo cual la firma inglesa “The Mobile World” la posicionó en el quinto lugar en el escalafón de las empresas de telefonía móvil más grandes de Latinoamérica, la de mayor crecimiento y la novena del mundo durante ese año, gracias a sus 9,2 millones de nuevos usuarios. En 2011, la firma Fitch Ratings otorgó a Comcel la calificación AAA para la primera emisión de bonos ordinarios de $450.000 millones y para la segunda emisión por $500.000 millones, lo que refleja la solidez financiera. Hoy la marca llega a su fin, una movida que para los expertos no es tan racional luego de tanto esfuerzo para construirla y posicionarla como líder en el mercado. Aunque es evidente que tiene que ver con la estrategia de América Móvil en Latinoamérica, la pregunta es ¿por qué en México no han terminado con Telcel? Normal 0 21