Al menos 33 personas murieron en la madrugada de este miércoles 15 de febrero, cuando un bus lleno de migrantes, que se dirigían a Estados Unidos, se estrelló en una carretera de Panamá, informó el presidente de ese país, Laurentino Cortizo.
“Con mucha tristeza recibo la noticia del accidente de tránsito en Gualaca, Chiriquí [unos 400 km al oeste de la capital], en el que migrantes perdieron la vida mientras eran transportados desde Darién [frontera con Colombia] hasta el albergue ubicado en este lugar”, publicó Cortizo en su perfil oficial de Twitter.
El bus transportaba a los migrantes desde el Darién, zona selvática fronteriza con Colombia, hacia la frontera con Costa Rica para que continuaran viaje hacia Estados Unidos.
En el vehículo iban 66 ocupantes, incluidos el conductor y el ayudante, dijo a periodistas el jefe de operaciones de tránsito de la policía, comisionado Emiliano Otero, pero las autoridades ya afirman que serían 33 las víctimas mortales y 23 heridos.
Todavía se desconocen las nacionalidades de los ocupantes del bus. Varios heridos fueron trasladados en ambulancias al hospital de la ciudad de David, cabecera de la provincia de Chiriquí, según medios locales.
“Estamos investigando en este momento”, dijo la directora nacional de Migración, Samira Gozaine.
Según información preliminar, el conductor del bus por error no se detuvo en el albergue cerca de Gualaca donde debían descansar los viajeros antes de continuar hacia la frontera costarricense. Tras percatarse de ello y dar la vuelta para dirigirse a ese lugar, el bus chocó con otro minibús.
Para ayudar a los viajeros, el gobierno panameño, en conjunto con distintas agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, ha levantado varios campamentos para la atención humanitaria a los migrantes.
Las autoridades panameñas facilitan el traslado de los migrantes en autobuses privados hacia Paso Canoas, la frontera de la ruta Interamericana con Costa Rica.
“Es lamentable este accidente de tránsito, son personas que están buscando mejores condiciones de vida [...], pero es parte del riesgo” de hacer esta travesía, dijo Gozaine a Telemetro.
Agregó que los buses con migrantes hacia Paso Canoas “usan las horas de la noche para viajar, porque hay menos tráfico”, por lo que el viaje suele ser más seguro, más rápido y “más fresco”.
Miles de migrantes irregulares llegan desde Colombia caminando a través de la exuberante selva, donde nunca se ha podido construir un tramo faltante de la carretera Panamericana debido a la vegetación, ríos y pantanos. Muchos fallecen en ese viaje.
Esta frontera selvática de 266 km de largo y 575 mil hectáreas de superficie es una ruta plagada de peligros, como animales salvajes, ríos caudalosos y grupos criminales.
Pese a ello, y según datos del gobierno panameño, en 2022 ingresaron a Panamá por el Darién 248 mil personas, una cifra que dejó muy atrás los registros del año anterior, cuando 133 mil migrantes realizaron la peligrosa travesía.
En su mayoría son venezolanos, aunque también hay ecuatorianos, haitianos y cubanos, además de africanos y asiáticos.
Con información de AFP