Una fiscal estadounidense formalizó este martes, 31 de enero, los cargos de homicidio involuntario contra el actor Alec Baldwin y la armera, Hannah Gutierrez-Reed, tras el accidente en el que murió la directora de fotografía Halyna Hutchins, en el set de rodaje de la película Rust.
Además, Mary Carmack-Altwies, fiscal de distrito del condado de Santa Fe, Nuevo México, anunció también cargos contra el ayudante de dirección, David Hall, por uso negligente de un arma, según recoge la cadena estadounidense CNN.
“Hoy hemos dado otro paso importante para asegurar la justicia para Halyna Hutchins”, precisó la fiscal estadounidense, agregando que “en Nuevo México nadie está por encima de la ley”, por lo que “se hará justicia”.
Los hechos se remontan a octubre de 2021, cuando el actor disparó, durante la grabación de una escena en Nuevo México, un arma de fuego que debía ser de fogueo. Halyna Hutchins, de 42 años, murió por las graves heridas a consecuencia del impacto durante su traslado en helicóptero a un hospital de Albuquerque.
Baldwin demandó en noviembre por negligencia al armero y a varios miembros del equipo involucrados en la producción de la película por este fatídico disparo, que también causó heridas al director Joel Souza, quien estuvo en el hospital de Santa Fe luchando por su vida.
La denuncia alegaba que la armera “no revisó cuidadosamente las balas o el arma”. También que Halls “examinó el arma con cuidado y, sin embargo, anunció que el arma era segura antes de entregársela al actor”, de 64 años, quien continuó con la escena tal como estaba en el guion.
Las pruebas forenses del FBI concluyeron que el arma que portaba Baldwin y que acabó con la vida de Hutchins no podría haber sido disparada sin apretar el gatillo. El actor había declarado con anterioridad que no lo hizo, lo que lo llevó al tribunal en el que fue imputado este martes.
Las autoridades acabaron describiendo lo ocurrido como un accidente porque la revisión de los informes policiales disponibles “no mostró ninguna demostración convincente” de que el arma de fuego se cargara “intencionalmente con munición real en el set”.
En otro revelador informe en abril se pudo conocer la dura responsabilidad que tendría la gerencia de la película sobre la muerte de la directora, ya que, según cuentan, la empresa sabía que en la filmación no se respetaban los protocolos de seguridad de uso de armas de fuego.
La regulación de seguridad laboral de Nuevo México reveló la conciencia que tenía la gerencia sobre el peligro que generaban las armas que no estaban siendo utilizadas de manera óptima y, además, que no eran revisadas antes de ser usadas ante las cámaras. Por esto, decidieron imponer una multa de 139.793 dólares.
Según citó el documento, se “demostró una clara indiferencia por la seguridad de los empleados al no revisar las prácticas laborales y tomar medidas correctivas”, achacando que la muerte de la directora fue totalmente evitable. Hutchins murió luego de recibir un disparo accidental de parte de Alec Baldwin, reconocido actor que, además de ser el protagonista de la cinta, era productor de la misma.
“Nuestra investigación encontró que este trágico incidente nunca hubiera ocurrido si Rust Movie Productions, LLC, hubiera seguido los estándares de la industria cinematográfica nacional para la seguridad de las armas de fuego”, dijo James Kenney, secretario del gabinete de medioambiente del estado de Nuevo México, y agregó: “Este es un fracaso total del empleador para seguir los protocolos nacionales reconocidos que mantienen a los empleados seguros”.
Baldwin llegó a un acuerdo con la familia de Hutchins cerca de un año después de sucedido el accidente –no se conoce el valor económico de ese acuerdo– para que de su parte no presentaran cargos por homicidio.
*Con información de Europa Press.