Aunque ha habido una reducción del número de huracanes, las autoridades metereológicas de Estados Unidos mantienen una estrecha vigilancia ante la aparición de fenómenos que afectan especialmente a ese territorio, como sucedió recientemente con Fiona, que provocó la muerte de cuatro personas en Puerto Rico, uno en Guadalupe y dos en República Dominicana.
En ese sentido, el Centro Nacional de Huracanes, en su más reciente reporte de este viernes, advirtió sobre una nueva depresión tropical que se encuentra a unos 989 km de Kingston, Jamaica y a 1.778 km de La Habana, Cuba.
Se trata de la Depresión Tropical Nueve que podría producir lluvias fuertes, inundaciones repentinas y deslizamiento de tierras en áreas de terreno empinado en Aruba, Bonaire y Curaçao.
Entre tanto, se prevé lluvia fuerte en Jamaica y las Islas Caimán en los próximos días, de acuerdo con los estimativos del NHC (por sus siglas en inglés).
El organismo señaló, además, que espera que este sistema se acerque al oeste (occidente) de Cuba y entre al sureste (suroccidente) del Golfo de México en su etapa final.
Debido a la trayectoria, el Centro de Huracanes estimó que las autoridades de Cuba y las islas ubicadas a lo largo de la costa este del Golfo de los Estados Unidos deberían monitorear de cerca este sistema, aunque por el momento hay incertidumbre si evoluciona y sobre los efectos que tendría.
Por eso, se mantiene la vigilancia, ya que podría convertirse en tormenta tropical en las próximas horas y luego en huracán hacia el lunes o martes
“Aviso 2: Se espera que la depresión se fortalezca sobre el Mar Caribe”, informó el organismo.
De acuerdo con las previsiones, el martes 27 de septiembre podría pasar por el oeste (occidente) de Cuba y dirigirse hacia el sur de Florida.
Por el momento, no se ha emitido alguna medida especial, pero sí se ha pedido a los habitantes a mantenerse atentos a las informaciones que suministren las autoridades locales.
Huracán Fiona causa fuertes vientos y lluvias torrenciales en islas Bermudas
Entre tanto, ráfagas de 160 km/h y lluvias torrenciales azotaron las Bermudas en la madrugada de este viernes, dejando a miles sin electricidad, cuando el huracán Fiona, después de causar estragos en el Caribe, esquivó este archipiélago del océano Atlántico.
Alrededor de las 6:00 a. m. (hora local), el centro del huracán se encontraba a unos 250 kilómetros al noroeste de este territorio británico, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), que rebajó a Fiona de la categoría 4 a la 3 en la escala Saffir-Simpson en su último boletín.
Durante la noche, varias zonas reportaron cortes de energía, con más de 7.000 personas afectadas, según la principal empresa eléctrica.
Las escuelas están cerradas este viernes y el gobierno ha anunciado la apertura de un centro de alojamiento de emergencia. El tráfico de autobuses y ferris está suspendido desde la noche del jueves.
En la víspera (jueves), ante las advertencias de huracán vigentes y pronósticos del NHC de fuertes vientos, los residentes de las Bermudas se refugiaron en sus casas.
“Esta tormenta va a ser peor que la última”, dijo a la AFP Richard Hartley, dueño de un negocio en la capital, Hamilton, mientras colocaba placas de metal en las vidrieras de su tienda con la ayuda de su esposa.
Fiona, que finalmente bordeó la isla debilitándose, puede provocar vientos huracanados a más de 100 km de su centro y algunos de hasta 210 km/h, según el NHC.
En las Bermudas, un archipiélago muy pequeño de 64.000 habitantes y 54 km2, el NHC había pronosticado fuertes lluvias, de hasta 100 mm, y “grandes olas destructivas”. El alcance de los daños se desconocía en la madrugada del viernes.
“Convivir con esto”
El territorio, situado a 1.000 km de Estados Unidos y acostumbrado a los huracanes, es uno de los lugares más aislados del mundo, lo que hace casi imposible cualquier evacuación en caso de emergencia.
“Tienes que convivir con esto porque vives aquí, no puedes huir a ningún sitio porque es solo una pequeña isla”, dijo JoeAnn Scott, que trabaja en una tienda de Hamilton.
Y añadió entre risas “tratamos de disfrutarlo como viene. Y orar y orar. Eso es lo que hacemos, orar y festejar”.
La isla principal se tomó en serio los preparativos.
Muchos de los barcos amarrados en los clubes fueron sacados del agua esta semana, y los muebles de exterior, tanto en casas como en restaurantes, fueron puestos a cubierto.
El ministro de Seguridad Nacional, Michael Weeks, pidió a los residentes que se quedaran en sus hogares hasta que se les dé luz verde. “Por favor, no manejen, no salgan a tomar fotografías, no sean imprudentes”, dijo en una conferencia de prensa.
Los bermudeños almacenaron alimentos, velas y baldes con agua. Como la isla no tiene una fuente de agua dulce, todos los edificios cuentan con depósitos para almacenar agua de lluvia, bombeados a las casas por un sistema eléctrico. Con posibles cortes de energía durante las tormentas, los lugareños suelen llenar sus bañeras o baldes con anticipación.
Con información de AFP