El Partido Republicano ganó el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, según proyecciones de medios de comunicación el miércoles, logrando por poco una base para oponerse a la agenda del presidente Joe Biden en los próximos dos años.
La mayoría republicana en la cámara baja del Congreso será mucho más reducida de lo que el partido esperaba, después de que no consiguió ganar el control del Senado en las elecciones de medio término celebradas la semana pasada.
Las cadenas televisivas NBC y CNN proyectaron la victoria para los republicanos con al menos 218 puestos en la Cámara de Representantes, de 435 escaños, el número necesario para hacerse con el control.
Esto se produjo una semana después de que millones de estadounidenses acudieran a las urnas para los comicios de mitad de mandato, que suelen suponer un rechazo al partido en la Casa Blanca.
Biden felicitó al republicano Kevin McCarthy, elegido el martes por sus pares para ser el líder de su partido en la cámara baja, por “la victoria de los republicanos de la mayoría de la Cámara”.
El mandatario demócrata se dijo “listo para trabajar con los republicanos de la Cámara de Representantes para obtener resultados para las familias trabajadoras”.
La votación de la semana pasada, agregó, fue “un fuerte rechazo a los negadores de las elecciones, la violencia política y la intimidación” y demostró “la fuerza y la resistencia de la democracia estadounidense”.
De su lado, McCarthy se pronunció en Twitter poco después de las proyecciones: “Los estadounidenses están listos para una nueva dirección, y los republicanos de la Cámara de Representantes están listos para cumplir”.
La noticia surge un día después de que el exmandatario Donald Trump, cuyo respaldo parece haber condenado a algunos de los candidatos de su partido, anunciara su candidatura a las presidenciales de 2024.
Con el aumento de la inflación y la caída de los índices de popularidad de Biden, los republicanos esperaban conquistar el control de ambas cámaras y, por lo tanto, estar en posición de hacer un bloqueo efectivo sobre la mayoría de los planes legislativos de Biden.
En cambio, los votantes demócratas acudieron a votar en masa, impulsados por la anulación del derecho al aborto por parte de la Corte Suprema y recelosos de los candidatos respaldados por Trump, que rechazan abiertamente el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.
Y los republicanos perdieron terreno con candidatos rechazados por los votantes moderados como demasiado extremos.
Mayoría demócrata en el Senado
El partido de Biden volteó un escaño clave en el Senado en Pensilvania y mantuvo dos más en los estados disputados de Arizona y Nevada, dándoles a los demócratas una mayoría inexpugnable en la cámara alta con 50 escaños más el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
La segunda vuelta de las elecciones al Senado en Georgia, prevista para el mes que viene, podría hacer que los demócratas mejoren su mayoría en la cámara alta.
El Senado supervisa la confirmación de jueces federales y miembros del gabinete, y contar con este órgano de 100 escaños de su lado será de gran ayuda para Biden.
En tanto, McCarthy ganó la votación secreta del liderazgo de su partido en la Cámara de Representantes, lo que le allana el camino para convertirse en el presidente de ese cuerpo en enero.
El congresista californiano de 57 años, alto miembro del liderazgo republicano de la cámara baja desde 2014, venció a su correligionario Andy Biggs, integrante del grupo de extrema derecha Freedom Caucus.
Pero las posibles deserciones de la extrema derecha podrían complicar su camino cuando el pleno de la cámara vote en enero.
McCarthy debe ganar la votación en la sesión plenaria del 3 de enero, cuando los 435 nuevos miembros de la cámara baja, republicanos y demócratas, elegirán al “speaker”, presidente, el tercer cargo más importante de la política estadounidense después del de presidente y vicepresidente.
Con información de AFP.