La basquetbolista estadounidense Brittney Griner llegó en la mañana de este viernes, 9 de diciembre, al estado de Texas, tras ser liberada en un canje de prisioneros entre su país y Rusia a cambio del reconocido traficante de armas ruso, Viktor Bout.
Griner, de 32 años, fue arrestada en Rusia en el pasado mes de febrero por cargos vinculados con drogas y será ahora será trasladada a una instalación militar cercana para ser sometida a controles médicos, según informan medios de comunicación estadounidenses.
A pesar de la felicidad de la deportista, esta decisión no cayó bien entre varios sectores Estados Unidos y la Casa Blanca tuvo que salir a responder por las críticas recibidas.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reconoció que los “resultados inmediatos” de esta medida “pueden parecer injustos o arbitrarios”, ya que “las negociaciones para la liberación de presos es en ocasiones muy complicada”.
Sin embargo, ha matizado que Washington ha llevado a cabo una evaluación de seguridad en el período previo al acuerdo para el intercambio, concluyendo que el traficante de armas no supondría una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. “El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha tomado esta decisión a la ligera. Queremos dejarlo claro. Él creyó que esto era lo correcto para la seguridad de Brittney”, ha explicado la portavoz.
Bout, conocido como el ‘mercader de la guerra’ por su responsabilidad en el tráfico de armas, fue detenido en Tailandia en 2008 por orden de Estados Unidos y cumplía hasta hoy una pena de 25 años de cárcel.
Jean-Pierre indicó que mientras celebra el regreso a casa de Brittney, la Administración Biden continúa en contacto con la familia del exmarine estadounidense Paul Whelan, quien también se encuentra privado de la libertad en Rusia por supuesto espionaje.
“Los rusos no estaban dispuestos a negociar de buena fe para la liberación de Paul Whelan en este momento”, anunció. “Estamos comprometidos a asegurar la liberación de Paul, pero no vamos a entrar en detalles”, ha agregado.
En una entrevista con CNN, Whelan declaró que está decepcionado por no haber sido incluido en el intercambio: “Estoy muy decepcionado de que no se haya hecho más para asegurar mi liberación, especialmente porque se acerca el cuarto aniversario de mi arresto”. “Fui arrestado por un crimen que nunca cometí [...] No entiendo por qué sigo sentado aquí”, dijo a la citada cadena de televisión en una llamada telefónica desde la prisión.
La comisionada de la WNBA, Cathy Engelbert, dijo que la preocupación de todos en la liga femenina estadounidense “se ha convertido ahora en una ola colectiva de alegría y alivio”. “Felicitaciones a la administración de Joe Biden por el difícil trabajo diplomático que fue necesario llevar a cabo para llegar” a esta liberación, tuiteó el expresidente Barack Obama, famoso por su afición al básquetbol.
Arabia Saudita también participó en el procedimiento de canje, según un comunicado conjunto con Emiratos Árabes Unidos, en el que se especifica que “la mediación fue llevada a cabo” por el presidente de Emiratos, Mohammed bin Zayed, y por el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán.
Biden agradeció la participación de Emiratos Árabes, pero la Casa Blanca relativizó su papel y el de Arabia Saudita. “Los únicos países que participaron en las negociaciones son Estados Unidos y Rusia”, dijo su portavoz Karine Jean-Pierre.
Con información de Europa Press y AFP