Aunque a tempranas horas del viernes, 4 de noviembre, se anunciara que habría un despido masivo de trabajadores en Twitter, se conoció por medio de un documento interno que sería en total el 50 % de los empleados en todo el mundo los que saldrían de las oficinas de la plataforma digital.
La mitad de los 7.500 empleados de Twitter fue despedida según se lee en el comunicado en el marco de la reestructuración de la empresa emprendida por parte de su nuevo propietario, el multimillonario Elon Musk. “Cerca del 50 % de la fuerza laboral se verá afectada”, señala el texto.
Luego de la compra de Twitter por parte de Musk, se anunciaron varios cambios, entre ellos, el del personal que laboraba en la empresa. Precisamente, miles de empleados de Twitter fueron llamados a quedarse en casa este viernes a la espera de una ronda de despidos que podría reducir a la mitad su nómina, en el marco de una reestructuración de la compañía lanzada por su nuevo propietario.
Un memorando sin firmar enviado el jueves, 3 de noviembre, en la noche a toda la empresa, señaló que los empleados de Twitter recibirían noticias sobre su futuro laboral en un correo electrónico el viernes. “En un esfuerzo por colocar a Twitter en un rumbo saludable, comenzaremos el difícil proceso de reducir nuestra fuerza laboral global”, señalaba el mensaje.
El correo electrónico no dio cifras, pero según los diarios The Washington Post y The New York Times, cerca de la mitad de los 7.500 empleados de Twitter, en su mayoría con sede en San Francisco, serán despedidos.
Los empleados se vienen preparando para la reducción de la plantilla desde que el hombre más rico del mundo completó la semana pasada la adquisición de la compañía por 44 mil millones de dólares, y rápidamente se dispuso a disolver su junta directiva y a despedir a su director ejecutivo y altos gerentes.
Algunos trabajadores ya se habían enterado el viernes de que los habían echado y recurrieron a la red del pájaro azul para despedirse de sus colegas. “No tengo trabajo”, tuiteó el exempleado Blake Herzinger, mientras otros informaban que habían perdido el acceso a los servidores y cuentas de correo electrónico de la empresa.
Para financiar su compra de Twitter, Musk endeudó fuertemente a la compañía cuya salud financiera ya es frágil, tras registrar un déficit significativo en los dos primeros trimestres del año. Musk, un ingeniero de 51 años nacido en Sudáfrica, con ciudadanía estadounidense y canadiense, también jefe de Tesla y SpaceX, tomó préstamos por valor de 13 mil millones de dólares, que tendrán que ser devueltos por Twitter y no por él.
También vendió alrededor de 15.500 millones de dólares de sus acciones en Tesla en dos oportunidades, en abril y agosto, y respaldó préstamos por 12.500 millones con sus títulos de Tesla.
El viernes, Musk culpó de la caída de los ingresos de Twitter a “un grupo de activistas que presionaron a los anunciantes a pesar de que nada cambió con la moderación del contenido e hicimos todo lo posible para apaciguar a los activistas”.
Los avisos publicitarios son la principal fuente de ingresos de Twitter y Musk ha tratado de calmar los ánimos asegurando que la plataforma no se convertirá en un “infierno para todos”. Pero grandes empresas, como General Motors y Volkswagen, suspendieron su publicidad en Twitter tras la adquisición.
Con información de AFP