Después de haber confirmado su visita a territorio chino, lo que sería la primera visita oficial de un miembro del gabinete de Joe Biden al gigante asiático acaba de ser pospuesta por el secretario de Estado, Antony Blinken, a raíz de las confusiones sobre un presunto globo espía de propiedad china que sobrevuela territorio estadounidense.
Las autoridades han decidido cancelar por el momento el viaje que tenía previsto el secretario de Estado de los Estados Unidos a la espera de tener más información sobre el globo que violó el espacio aéreo del país y que fue detectado a una gran altitud sobre zonas del estado de Montana que albergan instalaciones nucleares.
En este sentido, la administración Biden considera que acudir ahora a China podría enviar un mensaje erróneo, por lo que ha aplazado el viaje de forma indefinida, tal y como han explicado fuentes del Gobierno al diario The Wall Street Journal.
Después de que Estados Unidos y Canadá denunciaran la violación de su espacio aéreo por globo “espía” que pertenecería a China, el Gobierno del gigante asiático confirmó hace algunas horas la hipótesis, pero argumentó que no se trata de un artefacto para recopilar o “robar” información de Estados Unidos.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino aseguró que “el globo es de China y es de naturaleza civil, utilizado para investigación científica, como asuntos meteorológicos” y que resultó en territorio norteamericano “tras verse afectado por vientos del oeste y ante la limitación de su capacidad de control, se desvió gravemente de su ruta programada”.
El miembro de Gobierno aseguró también que “China lamenta que el globo se desviara hacia el interior de Estados Unidos por causas de fuerza mayor” y ha añadido que Pekín “seguirá manteniendo la comunicación con Estados Unidos para abordar de forma adecuada esta situación inesperada, causada por una fuerza mayor”, según un breve comunicado en la página del Ministerio de Exteriores chino.
Algunos congresistas republicanos habían criticado la respuesta de Joe Biden de no derribar el globo y pidieron la cancelación inmediata del viaje que tenía previsto el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken a China para reunirse con el presidente Xi Jinping.
Aunque este tipo de incidentes se han registrado en el pasado, los republicanos habían criticado duramente lo sucedido y han señalado que supone una muestra clara de que China “no ha incurrido en un cambio en su política exterior” a pesar de mostrar un aparente aperturismo respecto a Estados Unidos.
El Gobierno chino no tardó en pedir a Washington que “no sobredimensione” el asunto. “No tenemos intención alguna de violar el espacio aéreo o la soberanía de otros países”, puntualizó Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores del país asiático.
La visita de Blinken, que incluía una reunión además con su homólogo chino, Qin Gang, suponía un paso adelante en el compromiso de Estados Unidos y China para mejorar su relación, que ha sufrido una serie de batacazos a raíz de la pandemia de coronavirus y la crisis comercial.
Uno de los temas que se esperaba abordar entre ambos gobiernos en estas reuniones de alto nivel era el de Taiwán, luego de que el Ministerio de Defensa de la isla, denunciara la incursión de 23 aviones de combate y cuatro buques del Ejército de China, violando el espacio aéreo y marítimo del país.
De hecho, las autoridades de China habían pedido poco antes al Gobierno estadounidense que “deje de interferir” en asuntos relacionados con Taiwán después de que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) alertara sobre la importancia de “subestimar” la posibilidad de que el presidente chino, Xi Jinping, ordene acciones militares contra la isla.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, indicó antes de la cancelación del viaje de Blinken al gigante asiático que Taiwán es “puramente un asunto interno de China” y que “no puede ser comparado con un conflicto como el de Ucrania”.
Lo que se ha buscado por el Gobierno es que las relaciones se hicieran más fuertes entre Estados Unidos y la región asiática, ya que se anunció también que el país norteamericano tendría cuatro nuevas bases militares en Filipinas, en las que podrá construir instalaciones para almacenar y suministrar equipamiento después de que ambos países hayan llegado a un nuevo acuerdo de seguridad.
Cabe recordar que, en concreto, Filipinas y China están inmersas en una disputa territorial debido a las reclamaciones superpuestas en dicho mar, donde Pekín se ha apoderado de zonas y ha construido islas artificiales con instalaciones con capacidad militar.
*Con información de Europa Press.