La guerra entre demócratas y republicanos en el tema de la migración ilegal parece no acabar. En esta ocasión se conoció que nuevamente el gobernador de Texas, Greg Abbott, envió un autobús con cerca de 50 inmigrantes indocumentados, el cual llegó frente de la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamal Harris, ubicada en la ciudad de Washington.

La mayoría de quienes descendieron del bus son de nacionalidad venezolana y están esperando una ayuda por parte del gobierno de Estados Unidos. En el grupo se encontraban, hombres, mujeres y hasta niños. Allí fueron clasificados por algunos voluntarios que se dispusieron a auxiliarlos en esta penosa situación. La vicepresidenta no se ha pronunciado ante este hecho.

Abbot adoptó un papel de cero tolerancia con los indocumentados que ingresan de manera ilegal a territorio estadounidense y sobre todo a su estado. A ellos los envía a lugares como Nueva York y ahora Washington, argumentando que estos lugares gobernados por demócratas deben recibirlos debido a que estos políticos critican su modo de operar en contra de ellos y además los reciben con las manos abiertas sin ninguna objeción.

Otro que tomó las mismas medidas de Abbot fue el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, quien reivindicó en días anteriores el envío de dos aviones de migrantes a una lujosa isla en el noreste de Estados Unidos, convirtiéndose en otro político hasta la fecha en transportar inmigrantes a los bastiones demócratas en el país.

Un grupo de unos 50 inmigrantes venezolanos, incluidos niños, llegó a Martha’s Vineyard, un exclusivo lugar de vacaciones que supo recibir a los Kennedy, los Clinton y los Obama, según el diario local MV Times. Aunque el gobernador de Florida organizó este transporte, los aviones de migrantes llegaron desde Texas y no desde su estado, según el diario.

Nueva York debió tomar medidas ante el envío de inmigrantes desde Texas

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, anunció de manera oficial que se abrirán dos nuevos centros humanitarios temporales para acoger a esta población y solucionar su situación en el país de la manera más rápida y eficiente posible.

“Hace más de 100 años, Ellis Island abrió sus puertas para recibir a aquellos que anhelaban respirar en libertad. Nuevamente estamos lidiando con una crisis humanitaria creada por nuestras propias manos. Otros líderes pueden haber abdicado de su deber moral de apoyar a los solicitantes de asilo, pero la ciudad de Nueva York no lo hará”, fueron las palabras de Adams en su perfil oficial de Twitter, acompañadas de imágenes de cómo lucen los nuevos centros humanitarios ubicados en Manhattan. Allí se ven camas sencillas debajo de carpas gigantes donde los migrantes recibirán atención prioritaria.

Oswaldo Feliz, concejal del distrito 17 de Nueva York, aseguró en entrevista con Telemundo que en estos albergues temporales las autoridades deberán resolver la situación de las familias o personas entre 24 y 48 horas.

Según datos de las autoridades, 13 mil migrantes ya han sido recibidos en Nueva York provenientes de Texas, lo cual ha causado una crisis que está desbordando la capacidad de la ciudad en los centros donde son ubicados.