En medio del dolor que embarga a su familia desde hace cerca de una semana, cuando el pasado 18 de septiembre, en la ciudad de Nueva York, su esposa se quitó la vida al interior de un albergue ubicado en el popular sector de Queens, un hombre en Colombia, identificado como John Bernal Camacho, eleva un desesperado llamado a las autoridades de nuestro país para que le colaboren en la repatriación del cuerpo de su pareja, una joven identificada como Leydy Paola Martínez Villalobos, de 32 años.

En declaraciones entregadas a medios locales en Colombia, Bernal explicó el contexto en que se presentó el fatídico hecho de la muerte de Martínez, advirtiendo que ella se encontraba en Estados Unidos en compañía de sus dos hijos, niños sobre quienes también piden ayuda a los organismos gubernamentales para poder traer de vuelta a casa.

El adolorido esposo explicó que la mujer se quitó la vida en medio de un difícil momento que atravesaba en Estados Unidos, al no poder soportar la fragmentación de su familia debido a las dinámicas de su proceso de emigración, las presiones en el albergue en el que se encontraba, y a que su pareja, Bernal, no había podido acceder finalmente a ingresar a Estados Unidos, pese a que ya lo había intentado en tres ocasiones, en las que las autoridades del país de acogida lo habían obligado a regresar.

El hombre, quien dice entender el desespero en que se encontraba su esposa, advirtió que pese a ello, nunca se imaginó que Martínez fuera a recurrir a quitarse la vida para poner fin al sufrimiento que atravesaba en Estados Unidos, más aún teniendo en cuenta que se encontraba en compañía de sus dos hijos, de los que tenía que hacerse cargo.

“No sé qué pasó. La verdad no sé qué pasó”, advirtió el dolido esposo, quien ahora intenta de forma desesperada lograr que el Estado colombiano le tienda una mano para avanzar en el proceso de repatriación del cuerpo, pues admite que no quiere dejarlo en Estados Unidos, proceso al que se suma la ingente necesidad de lograr el retorno de sus hijos, quienes quedaron solos en ese país.

En su narración, Bernal admitió que ese domingo en que su esposa se quitó la vida, habían sostenido una conversación telefónica en horas de la mañana, en la que ella le expresó el grado de desesperación en que se encontraba, y aunque él abogó porque ella pudiera tener paciencia, al parecer la tensión que vivía en Estados Unidos, terminó por guiarla a la fatal decisión de poner fin a su vida.

“Estaba desesperada porque yo no había podido llegar allá… quise estar al lado de ella”, lamentó el esposo, quien recordó las travesías particulares que tuvo que sufrir para intentar llegar a Estados Unidos, advirtiendo que en el primer intento, él y su familia fueron separados en la frontera, momento en que comenzó una larga incertidumbre, pues duró tiempo sin saber de los suyos, y además fue detenido por espacio de una semana.

El hombre explica que, solamente tras emprender un viaje de retorno al país, pudo volver a tener comunicación con ellos, quienes le informaron que habían logrado llegar a la ciudad de Nueva York; la misma ciudad que elevó la angustia de la mujer, quien resolvió quitarse la vida.

“Quiero traer a mis hijos lo más pronto, es lo que más quiero”, advirtió el hombre en declaraciones a la prensa local, añadiendo que además de querer estar con ellos en medio de este difícil momento para su familia, es algo que también necesitan los menores, advirtiendo que están teniendo que vivir el luto de la muerte de su madre estando también lejos de su padre.

Los dos hijos de la pareja son una menor de 8 años y un adolescente de 15 años, quien, según otros habitantes del albergue, le pedía copiosamente a su madre que se regresaran para Colombia, advirtiendo que, al igual que a ella, le estaba pesando la adaptación a un nuevo lugar, además marcados por las estrictas reglas del centro de acogida.

Según los testimonios recabados por el medio de noticias Univisión en Estados Unidos, Martínez se quitó la vida el domingo 18 de septiembre tras haber llevado a su hija a jugar en casa de una amiga y mientras su hijo adecente se encontraba en un parque cercano al albergue.