El Crown Estate, organismo que gestiona los bienes propiedad de la monarquía británica, anunció el martes 24 de enero que emprendió acciones legales contra la red social estadounidense Twitter, acusándola de no pagar el alquiler de su sede en Londres.
Un representante del Crown Estate dijo que se había puesto en contacto con Twitter y que estaba en conversaciones con la compañía, comprada en octubre por 44 mil millones de dólares por el multimillonario Elon Musk.
Desde entonces, el fundador de Tesla y Space X ha despedido a la mitad de la plantilla y ha dejado de pagar el alquiler de varias de sus oficinas en un intento de ahorrar dinero, según medios estadounidenses. La empresa ya fue demandada por varios propietarios en Estados Unidos.
En Londres, la sede de Twitter se encuentra desde 2014 cerca de Picadilly Circus, en un complejo llamado Air W1, propiedad de la familia real británica.
El diario Daily Telegraph informó que el logotipo de la red social fue retirado del edificio, pero un empleado de la empresa aseguró que este sigue ocupando el local.
El Crown Estate, uno de los mayores terratenientes del Reino Unido, posee importantes propiedades en el corazón de Londres, el dominio real de Windsor y los fondos marinos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, con activos valorados en más de 15 mil millones de libras (18.500 millones de dólares).
Sus beneficios se entregan al Tesoro británico en virtud de un acuerdo centenario por el que el monarca, ahora Carlos III, recupera parte de ellos mediante una subvención anual destinada a financiar los gastos de la casa real.
Más problemas para Elon Musk
Musk, subió al banquillo en el juicio por fraude que se le sigue en el estado de California, acusado de mentir en tuits sobre la venta de la compañía de automóviles eléctricos y su eventual salida de bolsa, castigando a los inversionistas.
Musk subió al estrado llamado por los abogados de los inversionistas, que le acusan de haberles costado millones de dólares en 2018 por sus publicaciones “falsas” sobre la obtención de fondos para pagar a los accionistas 420 dólares por acción.
Esos tuits lanzaron el precio de las acciones de Tesla a una montaña rusa y los accionistas acusan al magnate de haber actuado de manera imprudente en un esfuerzo por exprimir a los inversores que habían apostado en contra de la compañía.
Muks restó importancia al poder de sus trinos y señaló que una vez publicó que pensaba que el precio de las acciones de Tesla era demasiado alto y “subió más, lo que es contrario a la intuición”.
“Lo que estoy tratando de decir es que la relación causal claramente no existe simplemente por una publicación”, dijo Musk en un testimonio que duró 30 minutos.
Nicholas Porritt, que representa al demandante principal Glen Littleton y otros inversionistas de Tesla, dijo que los tuits llevan a “personas normales” a perder “millones y millones de dólares”.
Llamado como el primer testigo, Littleton, de 71 años, dijo que invirtió mucho en Tesla en 2018, de una manera que esperaba que el precio de las acciones subiera a 500 dólares o más.
Con información de AFP