Un hombre en Cincinnati, Estados Unidos, tuvo que ir a un centro médico por cuenta de una tos severa, que de un momento a otro empezó a generarle un dolor muy fuerte en la parte de la espalda. La preocupación se apoderó de su mente, pero no tenía ni idea de la sorprendente razón de su molestia.
Al realizar las imágenes de rutina en sus pulmones, los médicos dieron con un sorprendente hallazgo. Todo se debía a un ‘piercing’ de nariz que el paciente había perdido hace cinco años y se encontraba alojado en el sistema respiratorio.
Joey Lykins, de 35 años de edad, es el protagonista de esta curiosa historia. Los especialistas que atendieron el caso sospechaban de una neumonía, pero las imágenes revelaron la presencia de un pendiente de aproximadamente 0,6 pulgadas.
Cuando el médico le mostró las imágenes tomadas a sus pulmones, Joey no lo podría creer, quedó estupefacto con lo que estaba viendo.
Lykins siempre se ha caracterizado por ser un hombre aficionado a las modificaciones corporales. Hace aproximadamente 5 años utilizaba una joya tipo ‘piercing’ dentro de las fosas nasales. Pero una mañana ya no lo tenía, por lo que asumió que se había perdido y sin problema al poco tiempo compro un nuevo accesorio para reemplazarlo.
Cinco años después, el hombre se volvería a encontrar con su accesorio, pero esta vez se encontraba alojado dentro del lóbulo superior izquierdo de su pulmón. Joey Lykins sospecha que pudo haber inhalado la pieza cuando se encontraba durmiendo.
“Pensé que tal vez me lo había tragado. Chequeé por todos lados, volteé la cama, hice de todo”, le contó Joey Lykins a la agencia Kennedy News and Media.
El equipo médico que lo atendió no tiene plena certeza de las razones por las que el hombre no presentó ningún síntoma antes como consecuencia del objeto que se encontraba alojado en sus pulmones. Existe la teoría de que el tejido cicatricial que rodeaba al ‘piercing’ creció demasiado, lo que ocultó la manifestación inmediata del invasivo objeto, según el Daily Mail.
Ahora el reto de los especialistas era realizar el procedimiento para extraer el cuerpo extraño de los pulmones del hombre. Tres días después del sorprendente hallazgo, Lykins fue sometido a un procedimiento llamado broncoscopia, que consiste en pasar un tubo con cámara por la garganta del paciente y dirigirlo hasta el pulmón afectado para agarrar y extraer el objeto.
Este procedimiento se tuvo que hacer con el mayor cuidado debido al riesgo latente de perforar el pulmón con alguna de las puntas del piercing. Afortunadamente, el procedimiento fue exitoso, el piercing de nariz ya se encontraba fuera de los pulmones del hombre.
A pesar de que la historia tuvo un final feliz, la lección que le quedó a Lykins es para toda la vida. Tuvo suerte de no haber tenido alguna lesión mortal con el objeto en los pulmones durante tantos años. El hombre aseguró que no se volverá a colocar ningún tipo de accesorio en su nariz.
En cuanto al piercing, Joey Lykins aseguró que lo guarda con aprecio entre sus pertenencias y sin duda le será de gran ayuda cuando requiera contar su historia de vida a otras personas.