En el estado de Texas, a partir de este jueves 25 de agosto de 2022, está prohibido el aborto y quien se someta a este procedimiento podría ir a la cárcel durante lo que le resta de vida.
La denominada “trigger law” entró en vigencia impulsada por el gobernador del estado, Greg Abbott. Pero no solo las mujeres que se realicen un aborto irán a la cárcel, también deberán pagar altas sumas de dinero, ya que las sanciones económicas podrían alcanzar los 100.000 dólares.
A pesar de la dureza de los castigos, existen excepciones contempladas en la ley. Las mujeres podrán interrumpir el embarazo cuando la vida de la madre esté en riesgo y también cuando se encuentren lesiones en el feto que puedan dañar a futuro al bebé.
Pero uno de los puntos que más ha llamado la atención de la opinión pública y de los defensores de derechos humanos es que si la mujer ha sido víctima de violación o incesto, no podrá abortar, algo que en varios países del mundo está estipulado en las excepciones para realizarse el proceso.
De esta manera, Texas prohíbe el aborto en casi la totalidad de los casos después de que el máximo tribunal anulara el fallo del caso ‘Roe contra Wade’, de 1973, que consagró el derecho legal de la mujer a interrumpir el embarazo.
En Idaho lograron bloquear puntos de la ley antiaborto
Un juez federal estadounidense bloqueó parte de una ley que prohíbe la mayoría de los abortos en el estado de Idaho, lo que supone una victoria para la administración del presidente Joe Biden.
El estado no puede perseguir a los médicos que practican abortos por el bien de la salud de la mujer embarazada, dictaminó el juez B. Lynn Winmill. La medida cautelar permanecerá en vigor hasta que se resuelva un caso judicial que impugna la ley del aborto, dictaminó el juez.
Idaho, un estado rural y conservador, fue uno de los primeros en aprobar una ley estricta que prohíbe el aborto en la mayoría de los casos, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara el derecho nacional a este procedimiento en junio. El resto de la ley, que sigue siendo muy restrictiva, entrará en vigor el jueves 25 de agosto, al igual que en Texas.
El fiscal general, Merrick Garland, había pedido al tribunal que bloqueara todo el proyecto de ley, alegando que violaba la ley federal en torno a las emergencias médicas, ya que no establecía una excepción en los casos de riesgo para la salud de la paciente embarazada, y autorizaba a emprender acciones legales contra los proveedores de atención sanitaria. A pesar de su estrecho enfoque, el fallo representa una victoria para el gobierno de Biden.
“Garantiza que las mujeres del estado de Idaho puedan obtener el tratamiento médico de emergencia al que tienen derecho según la ley federal. Esto incluye el aborto cuando ese sea el tratamiento necesario”, dijo Garland en una declaración la noche del miércoles 24 de agosto. Tras la decisión del Tribunal Supremo de junio, 13 estados han prohibido el aborto y se espera que alrededor de la mitad de los 50 estados prohíban el procedimiento.
*Con información de AFP.