Muchos colombianos sueñan con poder trabajar y vivir en los Estados Unidos, por lo que es muy común que se soliciten las visas H-2A y H-2B con la que los extranjeros pueden trabajar en el país norteamericano en oficios que no suelen ocupar los ciudadanos del país norteamericano.
Los colombianos que son aceptados en suelo estadounidense pueden quedarse hasta tres años y cambiar de trabajo si lo desean. La única condición es que el nuevo empleo esté entre las áreas que aplican para esta visa y que la primera empresa que lo contrató dé el visto bueno como un empleado recomendado.
La visa H-2A es otorgada a personas que buscan trabajo en Estados Unidos en empresas de servicios agrícolas, en cambio, la visa H-2B es para los extranjeros que vayan a trabajar en el sector hotelero, de turismo, carnicería, construcción y jardinería.
Por este motivo, todos los colombianos, o ciudadanos de otras nacionales, que tengan experiencia y quieran trabajar en este tipo de sectores, tienen aún más posibilidades de ser aceptados por la embajada de los Estados Unidos. Es importante tener en cuenta los siguientes trabajos que hacen más fácil este tipo de visa para los extranjeros:
Mucamas
Cocineros
Carniceros
Operario de maquinaria
Pintores
Jardineros
Recogedores de fruta
Sembradores de cultivos
Pescadores
Limpiadores
Procesadores de carne, aves y pescado
Conservadores de bosque
Meseros
Obreros
Recreacionistas
Cuidadores de animales
Muchas veces no es necesario tener experiencia laboral o el dominio del idioma inglés, pero esto siempre dependerá del sector donde va a trabajar y de la empresa que esté dispuesta a contratar al ciudadano extranjero. Por lo que evidentemente si habla inglés y tiene experiencia, las posibilidades de obtener estas visas son mucho más altas.
Estos son los mitos más comunes relacionados con la solicitud de la Visa
Miles de colombianos tienen como objetivo salir del país para migrar hacia Estados Unidos con fines laborales, académicos o turísticos. Pero como ya es de conocimiento general, para poder ingresar a ese país de manera legal se requiere de una visa estadounidense.
“Los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes legales no necesitan obtener una visa para entrar en los Estados Unidos. En general, un ciudadano de un país extranjero que pretenda entrar en los Estados Unidos debe obtener primero una visa”, señala la embajada de Estados Unidos en Colombia.
A medida que aumenta la demanda en cuanto a la solicitud de la visa americana, también va apareciendo información errónea o mitos sobre el proceso de trámite y aprobación de dicho documento. A continuación, algunos de los más frecuentes.
Tope de visas aprobadas
Existe la creencia de que las embajadas de Estados Unidos tienen un número límite de visas por aprobar al día. Quedar por fuera de ese grupo significaría el rechazo en la asignación del documento.
La anterior afirmación es falsa, pues el éxito en la aprobación de la visa está directamente relacionado con el cumplimiento de los requisitos y el desarrollo de una buena entrevista con los delegados del gobierno estadounidense en el país.
Más dinero en el banco, visa segura
Eso es falso. Tener altas cantidades de dinero no garantiza la aprobación de una visa, lo importante es demostrar que se cuentan con los recursos para pagar los gastos características de un viaje, como tiquetes, hospedaje, entre otros.
Tiquete y reservación en mano
En caso de que el motivo para viajar a Estados Unidos sea hacer turismo, se tiene la creencia de que la visa no será aprobada sin que el solicitante tenga comprados los tiquetes y reservaciones hoteleras. Lo anterior es falso, los planes turísticos deben ser comprados hasta que la visa sea aprobada.
Sin inglés no hay visa
Otro de los mitos a desmentir tiene que ver con el dominio del idioma, si bien hablar inglés será una gran ventaja para el desarrollo de actividades, personales y laborales en Estados Unidos. A la hora de solicitar la visa, esto no define si será aprobada o no.
Entrevista difícil
Algunas personas hacen ver la entrevista para la solicitud de visa como una etapa muy difícil. A pesar de que es uno de los momentos más importantes del proceso, en este punto, según las autoridades consulares, lo importante es entregar respuestas claras y verdaderas sobre los planes que se tienen previstos en ese país.