Pekín quiere apoderarse de Taiwán “en un plazo mucho más rápido” de lo que se había considerado anteriormente, sostuvo el lunes el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien advirtió que el presidente Xi Jinping estaba conduciendo a China en una dirección más agresiva.
“Hemos visto surgir una China muy diferente en los últimos años bajo el liderazgo de Xi Jinping”, alegó Blinken en un foro en la Universidad de Stanford con la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice.
“Es más represiva en casa, es más agresiva en el exterior. Y en muchos casos eso plantea un desafío a nuestros propios intereses, así como a nuestros propios valores”, agregó.
Xi, que está a punto de asegurarse un tercer mandato de cinco años al frente de la nación más poblada del mundo, pronunció un histórico discurso en el Congreso del Partido Comunista el domingo en el cual elogió los logros de su década en el poder y reafirmó su promesa de “reunificar” algún día, o tomar por la fuerza, Taiwán.
Blinken acusó a Xi de “crear una tensión tremenda” al cambiar su postura respecto a la autonomía de gobierno de Taiwán, una isla que el Partido Comunista de China nunca ha controlado, pero considera como provincia rebelde y reclama como propia.
El alto funcionario resaltó que China había tomado una “decisión fundamental de que el statu quo ya no era aceptable, y que Pekín estaba decidido a buscar la reunificación en un plazo mucho más rápido”, aunque no hizo estimaciones de fechas.
La postura de China ha sido durante mucho tiempo la búsqueda de la “reunificación pacífica” con Taiwán, pero se reserva el derecho del uso de la fuerza en caso de necesidad, sobre todo si la isla alguna vez declara formalmente su independencia.
Sin embargo, la retórica y las acciones contra Taiwán se han vuelto más duras bajo el mandato de Xi.
En respuesta al discurso de Blinken, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, acusó a Washington de haber cambiado su propia postura hacia Taiwán, citando ejemplos como la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y la venta de armas a la isla en septiembre.
“La resolución pacífica del problema de Taiwán no puede coexistir con el separatismo de Taiwán”, dijo Wang.
Se espera que Xi se reúna con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en el marco de una cumbre del G20 el próximo mes en Bali, su primera reunión desde que el mandatario estadounidense asumió el cargo.
Triunfante discurso de Xi
El presidente chino Xi Jinping abogó por la continuidad y defendió sus políticas con un tono triunfal en el discurso de apertura del Congreso del Partido Comunista, que debe otorgarle un tercer mandato.
Ante los casi 2.300 delegados del partido reunidos en Pekín, el dirigente de 69 años habló durante más de hora y media sobre su gestión de los últimos cinco años y trazó la hoja de ruta para los cinco siguientes.
Xi evocó un “momento crítico” en la historia del país, donde la política cero covid mina la actividad económica, pero sobre todo proyectó la imagen de una China fuerte e innovadora, determinada a no cambiar de rumbo en el corto plazo.
El discurso “apuntaba sin ninguna ambigüedad a la continuidad”, dijo en Twitter Joseph Torigian, del departamento internacional de la Universidad Americana de Washington.
“Este congreso, aunque histórico, no significa en absoluto nuevas orientaciones políticas”, añadió.
Desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping concentró cada vez más poder, en parte gracias a una campaña anticorrupción que le permitió desprenderse de rivales, y apostó por una imagen de firmeza en la política internacional.
Esto aumentó las fricciones con las potencias occidentales, especialmente con Estados Unidos, por la rivalidad comercial, pero también por las críticas de varios países a la política de Pekín hacia Taiwán, Hong Kong o Xinjiang.
*Con información de AFP.