Estados Unidos calificó el miércoles de “ridículo” el reclamo ruso de aclarar si estuvo detrás de las misteriosas explosiones que afectaron los gasoductos submarinos de Nord Stream en Europa.
“Todos sabemos que Rusia tiene un largo historial de difundir desinformación y lo está haciendo nuevamente aquí”, dijo Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, luego de que Moscú reclamó al presidente Joe Biden aclarar si Washington estaba detrás de las explosiones.
Rusia pedirá una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU a propósito de las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, tras instar al presidente Joe Biden a aclarar si Estados Unidos está detrás del “sabotaje”, anunció este miércoles la diplomacia rusa.
“Rusia tiene la intención de convocar una reunión oficial del Consejo de Seguridad de la ONU, a propósito de las provocaciones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2″, indicó en Telegram la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova.
Poco antes, la diplomacia rusa había pedido “respuestas” a Joe Biden sobre el origen de las gigantescas fugas detectadas en los gasoductos que conectan Rusia y Alemania a través del mar Báltico. Ninguno de los dos estaba operativo, a causa de la tensión por la ofensiva rusa en Ucrania, pero los dos ductos estaban llenos de gas.
“El presidente estadounidense está obligado a responder a la pregunta de saber si Estados Unidos ejecutó su amenaza”, había dicho Zajárova, en referencia a una declaración de Biden de febrero, cuando dijo que si Rusia invadía Ucrania, entonces no habría más Nord Stream 2.
Previamente, el Kremlin consideró “estúpido y absurdo” sospechar que Rusia pueda estar detrás de esas fugas masivas, denunciadas por Kiev como un “ataque terrorista planificado” de Moscú contra los países europeos.
“Ya estamos viendo la reacción histérica de los polacos y los tremendos beneficios de los proveedores norteamericanos de gas natural licuado, que han multiplicado sus suministros al continente europeo”, abundó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
A principios de septiembre, Moscú suspendió sus entregas de gas a Europa a través de Nord Stream 1, pretextando un problema técnico. Bruselas acusó a Moscú de chantaje.
Zona vigilada
Las tres fugas identificadas desde el lunes se encuentran en el mar Báltico, frente a la isla danesa de Bornholm, entre el sur de Suecia y Polonia. Una zona muy vigilada desde hace décadas.
“En el pasado, la URSS basó submarinos espías con habilidades especiales de ingeniería en los fondos marinos”, comenta el analista naval independiente HI Sutton en Twitter.
Desde entonces, los países bálticos pasaron del lado de la OTAN. Pero las fugas se produjeron en aguas internacionales, donde todos pueden circular.
“Hoy en día, la marina rusa tiene la mayor flota de submarinos espías del mundo. Están basados en el Ártico y podrían degradar un oleoducto en el Báltico”, asegura HI Sutton. Pero también consideró, el martes, la hipótesis como improbable.
Sabotaje complejo
La operación requiere operar a 70 metros de profundidad. “Dañar dos gasoductos en el fondo del mar no es sencillo, por lo que probablemente sea un actor estatal”, señala Lion Hirth, profesor de la Hertie School de Berlín, descartando implícitamente el acto terrorista o canalla.
Pero un ejército competente puede hacerlo. La zona está “perfectamente adaptada a submarinos de bolsillo”, explica a AFP un alto responsable militar francés, evocando las opciones de buzos tácticos para colocar cargas, la de la mina móvil o el dron explosivo.
“El dron parte de un submarino que puede permanecer a varias millas náuticas del lugar. Lanza su dron explosivo, que navega a una decena de nudos, cerca del fondo. El objetivo es fijo. No es muy complicado”, explica.
En cambio, la hipótesis del torpedo, útil para un objetivo en movimiento, es menos verosímil. La explosión “corresponde a varios cientos de kilos equivalentes a TNT”, precisa.
*Con información de AFP.