Un enorme incendio forestal se propagaba rápidamente el lunes en el estado de Oregón, y partes del oeste de Estados Unidos seguían devastadas por las llamas, que obligaron a la evacuación de miles de residentes, informaron autoridades locales.
Casi 35.000 hectáreas han sido destruidas por este incendio, denominado “Cedar Creek Fire”, que se ha cuadriplicado en tamaño en cuatro días y se extiende por dos condados en el centro de Oregón, al este de la ciudad de Eugene, según el Grupo Nacional de Coordinación de Incendios Forestales (NWCG por sus siglas en inglés).
Más de 2.000 viviendas y 400 edificios comerciales están amenazados por el fuego y desde hace unos días, las autoridades activaron el tercer nivel de su plan de evacuación en algunas zonas, lo que significa que el peligro es inminente y deben partir inmediatamente.
Centenas de residentes han recibido la orden de evacuar y las autoridades advirtieron a miles de otros que deben prepararse para seguirlos si es necesario.
El denso humo envolvió el área, lo que perjudicó la calidad del aire, según la NWCG.
“Salir de acá lo más rápido posible era todo lo que tenía en mente”, declaró Herman Schimmel, un residente que se mudó hace poco a la zona, al periódico The Oregonian.
El “Cedar Creek Fire” ha avanzado recientemente debido a las condiciones meteorológicas de la semana pasada que combinaron vientos del este, altas temperaturas y sequía. Pero el tiempo mejoró el lunes al finalizar la jornada, facilitando el trabajo de los alrededor de 1.200 bomberos movilizados.
El domingo, los bomberos acentuaron la construcción de barreras contra las llamas a lo largo de las carreteras existentes. Indicaron que eso podría tomar alrededor de una semana.
Otro incendio, el “Double Creek fire”, ha asolado el noroeste de Oregón desde el 30 de agosto y ha destruido más de 62.000 hectáreas de bosque.
El oeste americano está sufriendo las consecuencias de más de dos décadas de devastadora sequía, exacerbada por el cambio climático.
Actualmente, más de 90 incendios están activos en ocho estados del oeste de Estados Unidos, sofocando a los residentes de las principales ciudades, como Seattle, Washington.
Los bomberos combaten en particular el “Fairview Fire”, en las afueras de Los Ángeles, donde el lunes se lograron importantes avances, y el “Mosquito Fire” en los alrededores de Sacramento.
California enfrenta crisis climática y atendió varios incendios
Los restos de un huracán que azotó México también están trayendo fuertes vientos que avivan las llamas. Desde el lunes, el incendio Fairview ha quemado más de 10.000 hectáreas en esta zona del estado de California, asolada por una feroz ola de calor.
“No he visto un incendio como este en el condado de Riverside en mi carrera”, dijo el jefe de división de los bomberos, John Crater.
Una zona de evacuación ya muy vasta fue ampliada para abarcar a más de 20.000 personas. Ayudantes del sheriff iban de puerta en puerta instando a los residentes a evacuar.
“Los vientos se incrementarán desde el este (...) el lanzamiento de brasas aumentará dramáticamente a medida que fuertes vientos de más de 65 kilómetros por hora entren en la zona”, advirtió Cal Fire. “Las manchas de largo alcance de más de una milla serán posibles con la Probabilidad de Ignición en el 85%”, señaló.
El “lanzamiento de brasas” y las “manchas” hacen referencia a los materiales ardientes que saltan del fuego principal y se asientan en otro lugar, prendiendo y propagando las llamas.
Al menos dos personas han muerto, aparentemente atrapadas por las llamas cuando intentaban huir. Más al norte, el incendio Mosquito se salía de control a las afueras de Sacramento, y ya había alcanzado unas 12.000 hectáreas.
Por su parte, el cuerpo oficial de bomberos dijo que no tenían controlado ningún perímetro del incendio, del cual creen ya dañó o destruyó varios edificios.
“El fuego está quemando en un terreno extremadamente difícil, incluyendo cañones empinados donde puede ser difícil atacar directamente el fuego”, reportó Cal Fire en una actualización operativa.
*Con información de AFP.