Más de 41 millones de personas que viven en Estados Unidos reciben un apoyo para la adquisición de alimentos, teniendo en cuenta el impacto que ha tenido sobre la economía familiar la inflación.
La inflación bajó en la medición a 12 meses en agosto, a 8,3 %, según el índice de precios al consumo (CPI), pero sigue siendo una de las más altas registradas en ese país.
Según otra medida de la inflación, el índice PCE, medida preferida del banco central, los precios subieron 6,2 % en 12 meses.
La preocupación radica en que la inflación ha tenido un gran impacto en el valor de los alimentos, ya que registraron un aumento del 13.5 %. Algunos productos tuvieron incrementos como huevos 40 %, leche 17 % y pan 16 %, por ejemplo.
Ante esta situación, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) aumentará en un 12.5 % el monto mensual que otorga a sus beneficiarios para una familia de cuatro personas y que ascenderá a 104 dólares (unos 470.000 pesos colombianos aproximadamente).
Esta ayuda, que se puso en marcha en 1975 en Estados Unidos, son distintos a los que recibían los habitantes de ese país debido a la pandemia del coronavirus.
En consecuencia, los beneficiarios recibirán más que eso debido a que los programas de ayuda pandémica del Congreso sigue en vigor en la mayoría de los estados, a pesar de que el aumento del 15 % terminó el 30 de septiembre.
La actualización del monto hace parte de la revisión del programa de cupones para alimentos requerido por la Ley Agrícola de 2018 que ordenó a la agencia que revaluara el plan para el año fiscal 2022 y, a partir de entonces, cada cinco años. El plan se ajustó por última vez en 2006.
¿Subsidio suficiente?
Algunos sectores han advertido que el monto es insuficiente, debido a que el programa se encuentra desactualizado, sobre todo en relación con el impacto que ha tenido sobre los alimentos, el aumento de la inflación.
“Realmente no hemos revisado las suposiciones subyacentes desde los años 70, lo cual es un poco terrible dada la diferencia en la forma en que comemos, el precio de los alimentos, cómo las familias adquieren y preparan los alimentos”, dijo a CNN la investigadora principal del Instituto Urbano, Elaine Waxman.
“Todas esas cosas han cambiado drásticamente. Así que esto está muy atrasado”, señaló.
Según ese instituto, el costo promedio de una comida en EE. UU. es de 2,41 dólares, un 22 % más de lo que ofrecen los beneficios máximos de cupones de alimentos, tras advertir que en 2020, el beneficio máximo no cubrió el costo de una comida a un precio modesto en el 96 % de los condados de EE. UU.
Por su parte, la vicepresidenta sénior de Share Our Strength, que busca acabar con el hambre y la pobreza infantil, Lisa Davis, señaló que “el Thrifty Food Plan sigue siendo realmente lo mínimo. ¿Cuál es la menor cantidad de dinero que una familia que está luchando tendría que gastar para tener una dieta saludable?”.
“No es generoso de ninguna manera. Esto es realmente importante para la adecuación de los beneficios de SNAP, pero todavía no hemos llegado al final”, puntualizó.
Mercado laboral sigue fuerte en EE. UU. y mercado se prepara para más subidas de tasas
El mercado laboral creó menos empleos de los esperados en septiembre, pero sigue fuerte y la tasa de paro volvió a bajar, lo que hace esperar que la Reserva Federal mantenga su curso de alza de tasas para combatir la inflación.
La tasa de desempleo volvió al nivel de 3,5 % en setiembre, el mismo de julio y el mismo de febrero de 2020, antes de la pandemia, un mínimo histórico, informó el viernes el Departamento de Trabajo. En agosto había subido a 3,7 %.
En tanto, el número de puestos creados se moderó a 263.000 el mes pasado contra 315.000 en agosto. Los analistas esperaban un tasa de 3,7 % y 250.000 a 275.000 puestos creados.
La Fed, que sube sus tasas para tratar de enfriar la economía y bajar la presión sobre los precios, tiene en el mercado laboral uno de sus parámetros principales para resolver sobre los tipos de interés. Paradójicamente, una cierta degradación del mercado de trabajo es deseable en momentos de inflación récord, para que la presión sobre los precios se atenúe.
“Nuestro mercado laboral continúa mostrando resiliencia mientras navegamos esta transición económica en la que estamos”, dijo Biden en un discurso en una fábrica de Volvo en Hagerstown, Maryland. “Debemos movernos de una recuperación económica históricamente fuerte a una más estable y duradera”, añadió el mandatario.
“Necesitamos bajar la inflación sin abandonar todo el progreso económico que la clase trabajadora y la clase media alcanzaron”, sostuvo el presidente.
Aunque elogió el aumento de salarios en un mercado laboral donde los empleadores compiten por mano de obra, esa situación preocupa a la Fed por su impacto sobre los precios.
Desde hace un año, el mercado laboral adolece de una escasez de trabajadores. Las empresas tienen dificultades para contratar, aumentan los salarios para retener a sus empleados, y con ello, los precios suben por mayor demanda.
Con información de AFP