Este miércoles, Richard Visek, representante de Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), aseguró que Irán debe “rendir cuentas” por actos de terrorismo perpetrados contra ciudadanos estadounidenses en lugar de tratar de recuperar miles de millones de dólares de activos congelados.
La República Islámica de Irán inició un procedimiento en 2016 ante el más alto tribunal de Naciones Unidas, con sede en La Haya, para obtener la liberación de casi dos mil millones de dólares de activos congelados en Estados Unidos.
La Corte Suprema de Estados Unidos acababa de autorizar la incautación de los fondos para indemnizar a los estadounidenses víctimas de atentados terroristas fomentados o apoyados por Teherán, según la justicia estadounidense.
“Este caso es un intento de Irán de invocar el tratado de amistad ya rescindido para evitar rendir cuentas por su papel en actos de terrorismo perpetrados contra ciudadanos estadounidenses”, declaró ante la CIJ el representante estadounidense Richard Visek.
En su petición, Irán invoca un tratado bilateral firmado entre Teherán y Washington en 1955, anterior a la revolución islámica de 1979, que derrocó al sah proestadounidense y provocó el fin de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Poco después de su retiro del acuerdo nuclear iraní en 2018, Washington anunció oficialmente el fin de dicho tratado. El objetivo de este caso “es exigir responsabilidades a los Estados que patrocinan el terrorismo”, afirmó ante la CIJ un abogado de Estados Unidos, Daniel Bethlehem.
“Se trata de la pérdida de vidas humanas y del proceso estadounidense para obligar a Irán a rendir cuentas”, subrayó.
Hace referencia a la muerte de 241 soldados estadounidenses muertos el 23 de octubre de 1983 en dos atentados suicidas contra los contingentes franceses y de Estados Unidos de la fuerza multinacional de seguridad en Beirut.
Teherán niega toda responsabilidad y sostiene que la incautación por Estados Unidos de los activos financieros iraníes es ilegal, y considera que estos fondos son cruciales para el país que se enfrenta a dificultades económicas tras las sanciones y una inflación galopante.
La CIJ, creada en 1946 para resolver las controversias entre los Estados, celebra esta semana las primeras audiencias sobre el fondo del asunto, en un momento en que las interminables negociaciones nucleares con Irán están totalmente bloqueadas.
Protestas en Irán
Al menos ocho manifestantes murieron hasta este miércoles en las protestas de los últimos días en Irán, según un recuento oficial de las autoridades y otro balance de un grupo de defensa de derechos humanos.
El enojo público estalló cuando las autoridades anunciaron el viernes la muerte de Masha Amini, de 22 años, luego de su arresto por la policía de la moral, encargada de hacer cumplir un estricto código de vestimenta para las mujeres.
Las protestas empezaron el viernes, en su provincia natal, Kurdistán, cuyo gobernador, Ismail Zarei Koosha, afirmó el martes que tres personas murieron, sin especificar cuándo. Como otras autoridades, culpó de las muertes a “un complot del enemigo”.
El miércoles, el comandante de la policía de Kurdistán, Ali Azadi, anunció la muerte de otra persona, según la agencia de noticias Tasnim.
Además, otros dos manifestantes murieron en la provincia de Kermanshah, indicó el fiscal de esa región, Shahram Karami, citado por la agencia de noticias Fars.
Además de esos decesos, el grupo de defensa de los derechos de los kurdos Hengaw (radicado en Noruega) indicó el miércoles que otros dos manifestantes habían muerto durante la madrugada en la provincia de Azerbaiyán Occidental.
Las víctimas, de 16 y 23 años, murieron en las localidades de Piranshahr, donde se produjeron importantes enfrentamientos, y en la de Urmia, según Hengaw.
Hengaw también informó que unas 450 personas habían resultado heridas y que cerca de 500 fueron arrestadas, unas cifras que no pudieron ser contrastadas con una fuente independiente.
*Con información de AFP.