Estados Unidos permitirá la entrada cada mes de hasta 30 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero endurecerá las restricciones en la frontera con México, que el presidente Joe Biden visitará el domingo, informaron funcionarios estadounidenses.
“Estas medidas ampliarán y acelerarán las vías legales para una migración ordenada y tendrán nuevas consecuencias para quienes no utilicen esas vías legales”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
La cuota de migrantes se limitará a quienes tengan a un patrocinador estadounidense y aquellos que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como “Título 42″ y con la intervención de la Policía, en coordinación con México.
En octubre ya se lanzó un programa similar para 24.000 venezolanos que les permitía entrar mediante una petición formal, para la que precisaban un patrocinador, y por vía aérea.
Al mismo tiempo, el gobierno del presidente demócrata Joe Biden quiere endurecer las restricciones en la frontera para rechazar a los migrantes bajo el Título 42, que ha permitido utilizar los protocolos anticovid-19 para impedir la entrada ilegal de millones de personas.
El expresidente republicano Donald Trump activó en marzo de 2020 el Título 42, en un intento por frenar la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, los defensores de los derechos humanos y muchos miembros del Partido Demócrata de Biden estiman que Trump, abiertamente contrario a la inmigración ilegal, utilizó esta norma de emergencia sanitaria de forma abusiva.
El gobierno de Biden buscó eliminarla, pero por el momento está a la espera de lo que decida la Corte Suprema.
Un tema espinoso
Su decisión de restringir los ingresos, que permite a los guardias fronterizos enviar de vuelta a quienes cruzan sin autorización, probablemente cause revuelo entre algunos en su partido.
Por de pronto un funcionario se adelantó a las críticas negando que las nuevas medidas sean insuficientes y equivalgan a un portazo a la inmigración.
El plan es un “punto de inflexión”, dijo.
Los migrantes que reúnan los requisitos para la vía legal tendrán que presentar una solicitud en sus países de origen y llegar por vía aérea, una medida destinada a rebajar la presión sobre los abrumados guardias fronterizos y reducir los peligrosos viajes por tierra a través de rutas controladas por traficantes de personas.
Esto “sacará a los traficantes de personas de la ecuación”, aseguró el funcionario.
La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera, pero la cantidad de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, que a veces ponen sus vidas en peligro en su intento por llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor o para pedir asilo, ha tensado mucho el sistema.
“No vengan a la frontera” sin haber iniciado antes un proceso legal, pidió este jueves 5 de enero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a los migrantes que llegan al país en cifras récord. El mandatario prometió una estrategia “segura y humana”, en un discurso en la Casa Blanca.
El presidente afirmó haber enviado anteriormente al Congreso una legislación integral para revisar “lo que ha sido un sistema migratorio roto durante mucho tiempo”. “Pero los republicanos del Congreso se han negado a considerar mi plan integral”, aseguró, y culpó a los “republicanos extremistas” del estancamiento.
El tema migratorio será uno de los temas claves de sus reuniones la próxima semana con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en México. “Tenemos una agenda apretada” para esta cumbre de dirigentes de América del Norte que se celebrará lunes y martes y a la que también asistirá el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo Biden.
Y añadió: “Una parte importante de esa agenda es reforzar la frontera entre nuestros países”.
*Con información de AFP.