Este martes, 31 de enero, el actor Alec Baldwin será acusado formalmente de homicidio involuntario por la muerte de la directora de fotografía de Rust, Halyna Hutchins, a quien Baldwin disparó con un arma en el set de grabación de la película, presuntamente creyendo que el arma no estaba cargada.
Aunque ya se había anunciado que se presentarían cargos contra Baldwin y la mujer que hacía el papel de armera, encargada de las armas en ese set de grabación, estos no se han presentado oficialmente.
“El fiscal de distrito y el fiscal especial están completamente enfocados en garantizar justicia para Halyna Hutchins”, declaró Heather Brewer, según New York Post. Brewer es vocera de la oficina de la fiscal del primer distrito judicial, Mary Carmack-Altwies, en Santa Fe, en el estado de Nuevo México, donde sucedieron los hechos. “La evidencia y los hechos hablan por sí solos”.
No hicieron su trabajo
De acuerdo con las declaraciones de la fiscal especial Andrea Reeb, a principios de este mes, ni Baldwin ni la armera ni el director de la película hicieron su trabajo y eso causó el trágico desenlace: “Si alguna de estas tres personas, Alec Baldwin, Hannah Gutierrez-Reed o David Halls, hubiera hecho su trabajo, Halyna Hutchins estaría viva hoy. Es así de simple””
Hannah Gutierrez-Reed era la armera de la película y David Halls el asistente de dirección, quien ya aceptó un acuerdo de culpabilidad por un delito menor: haberle entregado el arma cargada a Baldwin.
En caso de ser declarados culpables, Baldwin y Gutierrez-Reed podrían pasar 5 años en prisión.
De acuerdo con las declaraciones de Luke Nikas a New York Post, Baldwin y su defensa intentarán desestimar las acusaciones, aparentemente cargando mayor responsabilidad sobre el personal a cargo de las armas: “El señor Baldwin no tenía motivos para creer que había una bala real en el arma ni en ningún lugar del set de filmación” asegura el abogado.
El trágico accidente
El accidente ocurrió en un momento en que no estaban grabando, cuando Baldwin, quien actuaba como protagonista de la película tomó un arma que sería de utilería y, de acuerdo con su testimonio, el arma se había disparado, causando heridas no solo a Halyna Hutchins, quien murió, sino al director Joel Souza.
El arma había sido entregada a Baldwin por el asistente de dirección Halls. Después se sabría que el arma no se había disparado sola, el FBI probó que Baldwin efectivamente apretó el gatillo. El actor había dicho en entrevista con NBC que el arma se había accionado sin razón. “No se apretó el gatillo. No apreté el gatillo”, aseveró en su momento.
El caso siempre ha sido tratado como un accidente, pues no hay indicios de otra cosa: “La revisión de los informes policiales disponibles no mostró ninguna demostración convincente de que el arma de fuego se cargó intencionalmente con munición real en el set”, indicó, en un primer momento, el informe de la Policía de Santa Fe.
En un revelador informe de abril de 2021 se habría dado a conocer que la propia producción tenía una responsabilidad al hacer caso omiso a las acusaciones de mal manejo de los protocolos de seguridad, en el uso de armas de fuego.
De acuerdo con el documento, “se demostró una clara indiferencia por la seguridad de los empleados al no revisar las prácticas laborales y tomar medidas correctivas”. Baldwin carga también una responsabilidad en ese sentido, dado que además de actor era productor de la cinta.
“Nuestra investigación encontró que este trágico incidente nunca hubiera ocurrido si Rust Movie Productions, LLC, hubiera seguido los estándares de la industria cinematográfica nacional para la seguridad de las armas de fuego”, declaró James Kenney, secretario del gabinete de medioambiente del estado de Nuevo México.
Baldwin llegó a un acuerdo con la familia de Hutchins cerca de un año después de sucedido el accidente, no se conoce el valor económico de ese acuerdo, para que de su parte no presentaran cargos por homicidio.