Este viernes 23 de septiembre, un juez federal de los Estados Unidos ha condenado a cuatro años de prisión a un simpatizante nazi por irrumpir en el Capitolio el pasado 6 de enero de 2021, alegando que su principal motivación fue actos “racistas y antisemitas” que llevaron a su participación en el asalto.

El acusado, quien fue identificado como Timothy Hale-Cusanelli, de 32 años, trabajaba como guardia de seguridad en una estación naval en Nueva Jersey, cuando se unió a la turba pro-Trump que irrumpió en el Capitolio, según informó el medio The New York Times.

Cabe mencionar que en mayo del presente año, se llevó a cabo el juicio en el Tribunal Federal del Distrito en Washington, donde Hale-Cusanelli fue condenado por cinco cargos penales, incluyendo la obstrucción de la certificación de los resultados de las elecciones de 2020.

Asimismo, el acusado a lo largo del juicio ha tratado de restar importancia a su papel en el altercado, alegando al jurado que no tenía “ni idea” de que el Congreso se reunía en el Capitolio, algo que el juez tildó de “mentira”.

Además, los fiscales ha argumentado que el acusado le gustaba vestirse constantemente como Adolf Hitler, y que era creyente de las ideologías de la supremacía blanca.

“Hale-Cusanelli es, en el mejor de los casos, extremadamente tolerante con la violencia y la muerte”, manifestaron los fiscales, llegando a la conclusión que la actuación del acusado durante el asalto al Capitolio no fue activismo, sino “el preámbulo de su guerra civil”, ya que un memorando de sentencia presentando la semana pasada por el Gobierno de Estados Unidos, se evidencia que uno de sus compañeros de la fuerza naval que se había sentido entusiasmado por el asalto al Capitolio, comparándolo con una “guerra civil”.

Finalmente, tras dictarse la sentencia, el juez encargado del caso, detalló que las acciones del pasado de Hale-Cusanelli reflejaban “una profunda hostilidad e insensibilidad” hacia las minorías étnicas y religiosas.

Libro revela que Donald Trump recibe pagos con lingotes de oro

En los últimos meses, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha estado envuelto en escándalos por cuenta del allanamiento a su mansión en Florida, donde agentes del FBI encontraron documentos clasificados que al parecer no tenían que estar en poder de una persona que no fuera el jefe de Estado.

A pesar de que el proceso judicial continúa, para nadie es un secreto que Trump es un magnate del negocio inmobiliario en Estados Unidos, además de las inversiones que realiza en otras empresas. Esto lo ha llevado a acumular una fortuna cercana a los 3 mil millones de dólares, según la revista Forbes.

Han salido a la luz datos curiosos sobre la faceta empresarial de Trump. Según el libro Confidence Man: The Making of Donald Trump and the Breaking of America, escrito por la periodista de The New York Times Maggie Haberman, el empresario recibe algunos pagos de sus negocios por medio de lingotes de oro.

El libro, que se publicará a comienzos del mes de octubre, relata en uno de sus capítulos cómo uno de los inquilinos del edificio General Motors en Manhattan (propiedad del expresidente desde 1998) le envió una caja con una docena de lingotes de oro para pagarle el arriendo a Trump.

El libro de Haberman relata cómo el magnate norteamericano les confesó a los empleados que lo acompañaban que no sabía qué hacer con los lingotes de oro. Por esa razón, Trump le pidió a Matt Calamari, quien más adelante se convertiría en director de operaciones de la Organización Trump, que llevara la caja con los lingotes a su residencia ubicada en la torre Trump.

Finalmente, en el libro, la reconocida periodista se refiere a situaciones que se le han presentado al expresidente en el camino empresarial. Según información obtenida por la cadena CNN, Donald Trump se atrevió a amenazar al propietario de una revista que publicaría el incremento en su patrimonio.