Una serie de poderosas tormentas extremadamente inusuales han azotado Estados Unidos en las últimas semanas inundando zonas afectadas por sequías prolongadas, en una muestra de que, a medida que ocurre, el cambio climático genera “latigazos meteorológicos”.

Científicos advierten que el calentamiento global significa que los eventos que antes eran raros ahora son mucho más probables, poniendo en duda los modelos que han utilizado durante mucho tiempo para predecir posibles desastres, con lo peor por venir.

Al menos 40 personas han muerto en el último mes a causa de las tormentas en Kentucky, Illinois, Texas y Missouri, que han inundado zonas que, en algunos casos, apenas habían visto lluvia durante meses. En una de estas tormentas cayeron hasta 300 milímetros, el tipo de aguacero que, según los modelos estadísticos, solo debería producirse una vez cada mil años.

“Esto es un ‘latigazo meteorológico”, tuiteó Peter Gleick, cofundador del Pacific Institute, una ONG que trabaja en temas relacionados con el agua en todo el mundo.

Está “causado por una intensificación del ciclo hidrológico global y de cómo distribuye el agua por el planeta, influenciado por el cambio climático causado por el hombre”.

Las advertencias que los científicos llevan décadas haciendo sobre los efectos del uso descontrolado de los combustibles fósiles se están convirtiendo en el centro de atención de millones de personas.

Un planeta que se calienta es un lugar de cambios salvajes, donde los húmedos son más húmedos y los secos más secos. Y lo estamos viendo ahora.

“Lo que tienen en común estos y otros eventos de precipitaciones extremas es que se necesita el conjunto adecuado de ingredientes para que se produzcan”, explicó a la AFP David Novak, director del Centro de Predicción Meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional.

“Se necesita humedad, se necesita inestabilidad en la atmósfera. Y necesitas algún tipo de (...) característica para encender las tormentas”.

Aunque una tormenta en Texas o Kentucky o Illinois no es inaudita en esta época del año, estos eventos fueron sobrealimentados por un exceso de humedad atmosférica, una consecuencia directa de que el planeta es más caliente.

“Existe un consenso científico absoluto sobre el hecho de que el aire más cálido puede contener más humedad”, dijo Novak a la AFP. “Hay más humedad disponible (...) para que estos frentes toquen, y así puedes tener estos eventos de lluvias realmente intensos”.

Estas tormentas tenían un 0,1 % de probabilidades de producirse en un año determinado en condiciones preindustriales, lo que significa que en promedio ocurrían una vez cada mil años. Pero su porcentaje de probabilidad de que ocurran en un entorno más cálido y con más humedad aumenta drásticamente. “Algo que realmente no era nada probable, solo un poco más de humedad puede hacer que lo sea”, dijo Novak.

Dos ondas tropicales se encuentran bajo vigilancia en Florida, Estados Unidos

La temporada de ciclones continúa activa en las costas de Estados Unidos, siendo agosto, septiembre y octubre los meses con más actividad ciclónica del año. A pesar de las mediciones climáticas, por ahora se mantiene en relativa calma.

La temporada de ciclónica para este año está calculada para que iniciara en el mes de junio, hasta culminar el mes de noviembre de 2022. En ese transcurso de tiempo se ha producido un total de tres tormentas tropicales y ningún huracán.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) reportó en las últimas horas que se les está haciendo seguimiento constante a dos ondas tropicales, las cuales tienen altas posibilidades de convertirse en las siguientes tormentas tropicales de esta temporada.

La primera onda identificada se está moviendo a través de las Islas de Barlovento, la cual, según los expertos del CNH, se encuentra desorganizada, lo que se traduce en lluvias y tormentas eléctricas. Se prevé que esta onda tenga un desarrollo lento mientras avanza hacia el mar Caribe durante este fin de semana y comienzos de la próxima.

Expertos meteorólogos le asignaron un 20 % de probabilidad de convertirse en una depresión tropical o una tormenta en los próximos cinco días, según informó el Orlando Sentinel.

*Con información de la AFP.