El presidente de la República, Gustavo Petro, adelantó este 18 de octubre una nueva mesa de trabajo de alto nivel con un grupo de congresistas de Estados Unidos, encuentro que se llevó a cabo en la Casa de Nariño.
En la mesa de trabajo se habló, según fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño, sobre el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, en temas clave como la paz total, la nueva lucha antidrogas, migración y la lucha contra la crisis climática.
Eso sí, llamó la atención que los senadores estadounidenses reunidos con el mandatario, Bob Menéndez, Rob Portmán, Ben Cardin, Richard Burr y Ben Sasse, le advirtieron al presidente Petro que dejar que China ingrese de manera exponencial a territorio colombiano tendría graves consecuencias. “Agarrar el dinero de Pekín se acaba pagando”, le dijeron al líder de izquierda, según se lee en una publicación del diario El País de España.
El miedo parece estar latente para los políticos del Gobierno de Estados Unidos, debido a la gran cantidad de proyectos que se están llevando a cabo en territorio colombiano y que lideran empresas chinas, uno de ellos el metro de Bogotá.
El mandatario colombiano estuvo acompañado en esta reunión por Laura Sarabia, jefe de Gabinete; Álvaro Leyva Durán, ministro de Relaciones Exteriores; Iván Velásquez Gómez, ministro de Defensa Nacional; Luis Gilberto Murillo, embajador de Colombia en Estados Unidos, y Francisco Palmieri, embajador encargado de Estados Unidos en Colombia.
En días pasados, el presidente Petro también se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la Casa de Nariño. Uno de los temas principales que se trató allí fue la lucha contra las drogas, una de las prioridades de Estados Unidos en su relación con Colombia. “En el combate de las drogas apoyamos firmemente el enfoque integral del gobierno Petro”, afirmó Blinken tras la reunión con el presidente colombiano.
En el encuentro, según el mismo mandatario colombiano, se habló de las “capacidades operativas de interdicción, sobre todo de la Armada, dado que el 90 % de la droga sale por el mar”. Este tema de la interdicción, la cual ha permitido la captura no solamente de cargamentos de drogas ilícitas, sino también de algunos capos de la mafia, es uno de los instrumentos que más le interesa a Estados Unidos en su lucha contra los narcóticos.
“Hablamos de aspectos concretos que tienen que ver con reprimir y atacar allí (en la interdicción), donde se desarrolla el verdadero capital del narcotráfico”, aseguró Petro en presencia de Blinken. Y la otra base de este ataque frontal contra el tráfico de drogas, según el jefe de Estado colombiano, está en “perseguir a los dueños del narcotráfico”, lo cual “implica aparatos de inteligencia capaces”.
Este enfoque tiene también, como lo ha manifestado el presidente Petro, una protección del medio ambiente y la suspensión de las fumigaciones aéreas con glifosato, según lo anunció el nuevo gobierno en sus primeros días.
Tras el encuentro con el secretario de Estado de EE. UU., Petro destapó sus cartas sobre la propuesta de hacer cambios en la extradición con las autoridades de Estados Unidos y afirmó que sería por medio de una ley que sería presentada al Congreso, al señalar que no puede tener un riesgo de cambio de gobierno.