Un hombre de Kentucky que mató a tres estudiantes e hirió a cinco más en un tiroteo en una escuela hace un cuarto de siglo tiene la oportunidad de obtener la libertad condicional esta semana.

Michael Carneal era un estudiante de primer año de 14 años en 1997, cuando disparó una pistola robada contra un grupo de oración que se reunía antes de clases en el vestíbulo de la escuela secundaria Heath, cerca de Paducah, Kentucky.

Recibió cadena perpetua con oportunidad de libertad condicional después de 25 años, el máximo permitido en ese momento para alguien de su edad.

En una de las pocas entrevistas que ha dado desde entonces, le dijo al periódico Courier Journal de Kentucky en 2002: “Percibía mi vida como miserable. Nadie me amaba y a nadie le importaba”.

Carneal dijo entonces que lamentaba lo que había hecho y reconoció que en ese momento solo estaba pensando en sí mismo, no en las personas a las que heriría y mataría. Además, dijo que no había una respuesta simple de por qué arremetió contra dichas víctimas, pero que sufría delirios y paranoia en ese momento.

En el tiroteo murieron Nicole Hadley, de 14 años, Jessica James, de 17, y Kayce Steger, de 15. | Foto: 2019 Getty Images

Por otra parte, agregó que la terapia y la medicación que recibió en prisión habían estabilizado su salud mental. “Parece raro decirlo, pero en realidad no soy una persona violenta”.

Carneal, que ahora tiene 39 años, no respondió a una solicitud escrita reciente para una entrevista de The Associated Press.

La audiencia de libertad condicional de Carneal está programada para comenzar este lunes, 19 de septiembre, con el testimonio de los heridos en el tiroteo y familiares cercanos de los asesinados.

El martes, Carneal presentará su caso para ser liberado del Reformatorio del Estado de Kentucky en La Grange. Si la junta falla en su contra, pueden decidir cuánto tiempo debe esperar Carneal antes de su próxima oportunidad de solicitar la libertad condicional.

En el tiroteo murieron Nicole Hadley, de 14 años, Jessica James, de 17, y Kayce Steger, de 15. Los heridos incluyen a Missy Jenkins Smith, quien quedó paralizada y usa una silla de ruedas, la cual después se reunió con Carneal en prisión en 2007 y tuvo una larga conversación con él. Él se disculpó con ella y ella dijo que lo había perdonado.

“Mucha gente piensa que eso lo exonera de las consecuencias, pero yo no lo creo”, dijo Jenkins y agregó que se opone a que lo liberen de prisión. A ella le preocupa que él no esté preparado para manejar la vida fuera de prisión y aún pueda hacerle daño a otros. Ella tampoco cree que sea correcto que él salga libre cuando las personas a las que hirió todavía están sufriendo.

Por su parte, el abogado de la Commonwealth, Daniel Boaz, fiscal principal del área que incluye a Paducah, escribió una carta a la Junta de Libertad Condicional de Kentucky el 9 de septiembre oponiéndose a la liberación de Carneal.

“Experimenté y fui testigo de los efectos inmediatos de las acciones de Michael Carneal el 1 de diciembre de 1997 y he lidiado con los efectos de sus acciones desde entonces”, escribió Boaz.

Las familias de los niños asesinados sufrieron una “pérdida demasiado grande para expresarla con palabras. Si bien, encarcelar a Carneal por el resto de su vida puede parecer una pena dura, pero es solo una miseria en comparación con lo que sufren estas familias”, concluyó.