La inflación continúa firme en Estados Unidos según los datos de septiembre, a pesar de las subidas de tasas de interés de la Reserva Federal para controlarla, una noticia que golpea al presidente Joe Biden de cara a las elecciones de medio mandato.
Los precios aumentaron 8,2 % en 12 meses a setiembre, según el índice de precios al consumo CPI publicado este jueves por el Departamento de Trabajo. La cifra da cuenta de una muy ligera moderación frente al 8,3 % del mes pasado, pero se ubica por encima del 8,1 % que esperaban los analistas.
El informe fue suficiente para que Wall Street pasara al rojo fuego: el índice Dow Jones perdía 0,62 %, a 29.031,69 puntos, el tecnológico Nasdaq 1,8 %, a 10.228 unidades, y el S%P 500 1,06 %, a 3.540 puntos, una hora después de la apertura.
Los datos abren la puerta a subidas más agresivas de tasas de interés por parte de la Fed, el banco central estadounidense, decidido a conjurar la inflación a costa de enfriar la economía y en particular el mercado laboral, muy sólido y resistente.
Récord tras récord
El incremento de precios de alquileres, alimentos y cuidados médicos “fueron los principales factores que contribuyeron al aumento mensual”, sostuvo el Departamento de Trabajo en un comunicado.
Los precios de la gasolina en estaciones de servicio cayeron en tanto 4,9%, continuando con su tendencia bajista luego de dispararse tras el inicio de la guerra en Ucrania.
La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de alimentación y energía, permaneció estable entre agosto y setiembre, en 0,6 %, pero en la medición a 12 meses creció a 6,6 %.
Se trata de un “nuevo máximo en más de 40 años” para la inflación subyacente, sostuvo Rubeela Farooqi, economista jefe de HFE. Los precios “sorprendieron” en setiembre, admitió.
La inflación general en tanto se moderó desde el pico de junio, cuando en un año los precios subían 9,1 %, un máximo desde 1981.
Golpe para Biden
El presidente Joe Biden sostuvo el jueves que Estados Unidos tiene “más trabajo por hacer” para reducir la inflación.
Biden destacó “algunos avances en la lucha” contra este flagelo que afecta el poder de compra de los estadounidenses, pero admitió que “los precios aún son demasiado altos”, en un comunicado tras el decepcionante informe de precios al consumidor.
“Tenemos más trabajo por hacer”, sostuvo a menos de un mes de las elecciones de mitad de mandato en las que su Partido Demócrata se juega el control del Congreso.
Hace algunos días, Biden admitió que es “posible” que Estados Unidos entre en una “muy ligera recesión”.
La fuerte inflación “no ha respondido” aún a los aumentos de tasas de referencia, sostuvieron los responsables de la Fed en su última reunión de política monetaria el mes pasado, según extractos de las actas del encuentro publicadas el miércoles.
Algunos banqueros centrales destacaron que “actuar demasiado tímidamente sería más costoso que actuar con firmeza”.
La prioridad sigue siendo la inflación, y el ajuste de política monetaria debe continuar para contenerla, “a pesar de un decaimiento del mercado laboral” que podría ocurrir.
Fenómeno mundial
La inflación se ha convertido en un flagelo mundial y prioridad económica de los gobiernos de todo el planeta.
El problema golpea en especial a los países pobres y en desarrollo. Los efectos de la guerra en Ucrania sobre los precios de la energía y la alimentación, se agregaron a las dificultades causadas por la pandemia que enfrentan naciones de bajos ingresos.
El FMI revisó al alza sus previsiones de inflación a nivel mundial para 2022 y 2023, y vaticina promedios de 8,8% y 6,5%, según su último informe de previsiones publicado el martes.
*Con información de AFP.