Joe Biden reprendió este martes a los republicanos en cuestiones de gasto social en Florida, donde buscaba dar un último impulso a la complicada campaña del Partido Demócrata, a una semana de las elecciones legislativas de medio mandato del 8 de noviembre.
El presidente estadounidense se presentó a sí mismo como el Joe de la “clase media” mientras intenta cortejar el voto de la clase trabajadora, frente a una oposición republicana que, según él, defiende la causa de los más ricos. “Han estado pagando la Seguridad Social toda su vida”, dijo el líder demócrata, hablando en la ciudad costera de Hallandale Beach, unos 30 kilómetros al norte de Miami.
“Se lo ganaron”, agregó, refiriéndose al programa de beneficios para jubilados. “Ahora estos tipos quieren quitárselo. ¿Quién demonios creen que son?”.
Advirtió de una propuesta del senador republicano de Florida, Rick Scott, quien sugirió someter a votación en el Congreso cada cinco años la Seguridad Social, que comenzó en la década de 1930- y Medicare, el seguro médico financiado por el Estado para personas mayores de 65 años, que existe desde la década de 1960-.
El demócrata de 79 años lleva tiempo prometiendo que iría a Florida, históricamente considerado un “estado bisagra”, es decir que a veces vota por la izquierda y otras por la derecha, pero que recientemente parece inclinarse más claramente por el campo conservador. Biden tuvo que posponer un viaje previsto a causa de un huracán.
“Son más que programas gubernamentales”, añadió durante el discurso. “Son una promesa (...) que hicimos como país: si trabajas duro y contribuyes cuando llegue el momento de jubilarse, vamos a estar ahí para ti”.
Biden cerró su discurso con un deseo: “Que Dios los bendiga a todos, que Dios proteja a nuestras tropas, y que Dios dé a algunos de nuestros amigos republicanos algo de luz”. Más tarde, durante un discurso en la Florida Memorial University de Miami, expuso las reformas de su administración sobre los precios de los medicamentos y los audífonos, las tasas ocultas de las aerolíneas y la condonación de la deuda de los estudiantes.
En paralelo, machacó a los republicanos por estar en los bolsillos de las “grandes farmacéuticas” y el resto de las empresas estadounidenses. Si los republicanos se hacen con el control del Congreso, “muchas de las mayores empresas volverán a pagar cero impuestos”, dijo Biden.
“Es imprudente, es irresponsable, empeorará la inflación, (y) perjudicará gravemente a la clase trabajadora y a la clase media estadounidense”.
Biden sacó a relucir sus raíces obreras, recordando a los asistentes que “como muchos de ustedes, vengo de una familia normal de clase media”. “Sabemos lo que se siente cuando llegan tiempos difíciles”, dijo. “Lo entendemos”.
Las encuestas dan a los demócratas por derrotados para estos dos cargos y nada indica que la visita de Biden vaya a cambiar la situación.
La Casa Blanca espera aprovechar su visita para afirmar que el Partido Republicano es una amenaza, según él, para los hogares de bajos ingresos y los pensionistas. “Los republicanos tuvieron mucho éxito en convencer a los hispanohablantes de que empezaran a votar” por ellos, pese a que antes esta población se inclinaba más por los demócratas, explica Aubrey Jewett, politóloga de la Universidad del centro de Florida.
Destaca que el expresidente Donald Trump genera interés y el actual gobernador Ron DeSantis, una estrella en ascenso del ala más conservadora, no se queda atrás con su postura en temas sociales, o sus críticas a lo que considera un giro “comunista” de la administración Biden.
*Con información de AFP.