El presidente Joe Biden dijo este miércoles, 14 de diciembre, que Estados Unidos tiene la “obligación moral” de regular más estrictamente las armas de fuego y que debería “sentirse culpable” por no haberlo hecho, en momentos que se cumplen diez años de la matanza en el colegio de Sandy Hooks.
“Tenemos la obligación moral de aprobar y hacer cumplir leyes que puedan evitar que estas cosas se repitan”, dijo el presidente demócrata en un comunicado.
“Deberíamos sentir una culpa social por tardar demasiado tiempo en lidiar con este problema”, añadió, para luego precisar que él no se ha quedado con los brazos cruzados.
En ese sentido, recordó que aprobó una ley para impedir a personas potencialmente peligrosas comprar armas y que dictó decretos sobre las llamadas ‘pistolas fantasma’; es decir, aquellas que se pueden fabricar en casa con impresoras 3D.
“Estoy decidido a prohibir los rifles de asalto y los cargadores de gran capacidad”, afirmó el mandatario. Biden lleva tiempo prometiendo que restablecerá la prohibición de los rifles de asalto, el arma utilizada por el asesino en la tragedia de Sandy Hook.
Pero la oposición republicana y el poderoso lobby de las armas, la NRA, se oponen a reimponer la prohibición que estuvo en vigor entre 1994 y 2004 porque consideran que viola la Constitución estadounidense.
El 14 de diciembre de 2012, un hombre mató a 26 personas, entre ellas 20 niños de entre 6 y 7 años, en el centro escolar de Sandy Hooks en Newtown, una localidad del noreste de Estados Unidos. El autor, Adam Lanza, ya había matado a su madre y se suicidó tras la matanza.
Debido al incremento de las masacres en Estados Unidos en los que los autores han utilizado armas semiautomáticas, el Gobierno Biden intenta lograr las mayorías para sacar adelante un proyecto de ley que busca prohibirlas definitivamente.
El propósito del mandatario es tratar de que esta iniciativa sea aprobada antes de enero, lo que se ha convertido para la administración demócrata en una carrera contra el reloj.
En Florida ya existe una ley que prohíbe el uso de ese tipo de armas, pero no sucede lo mismo en las demás regiones de Estados Unidos, por lo que Biden ha insistido en que la norma debe aplicarse a nivel federal, por lo que ha hecho ingentes esfuerzos porque se apruebe el proyecto en el Congreso.
Pero es que, además, ese esfuerzo está relacionado con la situación política con la que podría encontrarse el Gobierno a partir de enero de 2023, como quiera que la iniciativa está en riesgo ante la posibilidad de que los demócratas pierdan la mayoría en la Cámara de Representantes.
Una situación de esta naturaleza pone en riesgo el trámite y aprobación del proyecto. Incluso desde las toldas demócratas, ya las cuentas de los votos de apoyo parecen contrarias al objetivo de la actual administración, también en el Senado.
El congresista de ese partido por el estado de Connecticut, Chris Murphy, reconoció que no cuentan con los 60 votos necesarios en el Senado para sacar adelante un proyecto de ley con el cual se puede restringir el acceso a armas de asalto, como la que utilizó Anderson Lee Aldrich, de 22 años, en un club LGBTIQ en Colorado, donde mató a cinco personas.
Con información de AFP