Joe Biden se convirtió el pasado domingo 20 de noviembre en el primer presidente de Estados Unidos que cumple 80 años durante su mandato. Sin embargo, la fecha pasó con particular discreción pues su edad es tema de debate ante una eventual reelección.
Solo hasta después del mediodía del domingo, su esposa Jill Biden publicó un mensaje cariñoso con fotos de la pareja bailando en traje de gala. “No hay nadie más con quien quisiera bailar. ¡Feliz cumpleaños, Joe! Te amo”, escribió en Twitter la primera dama.
Esa fue la única mención al cumpleaños desde la Casa Blanca, y no se programó un evento público ni se comunicó cómo lo celebraría el presidente, e incluso si lo haría.
El sábado 19 de noviembre, en cambio, la Casa Blanca recibió a 250 invitados para la boda de la nieta del mandatario, Naomi, donde no se permitió acceso a la prensa. Su nieta hace parte de la familia más cercana con quien Biden discutiría la posibilidad de emprender una candidatura a la presidencia de 2024. Al parecer, esta sería la razón por la cual no se le dio visibilidad a la celebración del presidente Biden.
Por ahora, el presidente repite que “tiene la intención” de ser reelegido y que haría el anuncio a comienzos de 2023. Eso sí, según varias encuestas, la mayoría de estadounidenses rechaza la idea de que vuelva a aspirar al cargo de presidente en 2026.
Aunque no es inusual encontrar figuras políticas en Estados Unidos que superen los 70 o 75 años, las elecciones de medio mandato han marcado un cambio generacional en su partido. Por ejemplo, la influyente demócrata Nancy Pelosi, de 82 años, renunció a una nueva postulación para su mandato como presidenta de la Cámara de Representantes.
Hace aproximadamente un año, el presidente Biden se sometió a un exhaustivo chequeo médico que concluyó que estaba “vigoroso” y en “buen estado de salud”. Pero Joe Biden arrastra, como sus predecesores, el peso de un cargo agotador. Su andar se ha hecho más rígido y ha sufrido algunos momentos de confusión.
Uno de ellos se vivió hace poco durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (Asean), cuando el mandatario estadounidense ubicó a Colombia momentáneamente como un país líder que se encuentra en el sudeste asiático. El presidente confundió a Camboya con su aliado latinoamericano.
Cuando Biden comenzaba la conversación internacional en presencia del primer ministro de Camboya, Hun Sen, vino el lapsus mental. “Quiero agradecer al primer ministro el liderazgo de Colombia como presidente de la Asean”, señaló Joe Biden.
Segundos después, el jefe de Estado se percató de su error y corrigió sobre la marcha: “Quiero decir Camboya”, aseguró antes de continuar con sus declaraciones.
El presidente de Estados Unidos instó a Camboya a liberar a la activista camboyana Theary Seng, recientemente condenada a seis años de prisión por traición. Biden se refirió al caso de Seng durante las conversaciones con el primer ministro de Camboya en Phnom Penh.
Estos detalles son los que tienen a los estadounidenses preocupados por conocer si Biden se encuentra en plenitud de capacidades para dirigir el país, cuatro años más.
Con información de AFP