Un preocupante informe fue revelado este martes, 12 de diciembre, en el seno del Congreso de Estados Unidos y deja en evidencia una estadística sobre el elevado número de mujeres privadas de la libertad en ese país que, estando en prisión, han sido objeto de vulneraciones a su intimidad y objeto de violaciones y otros abusos sexuales.
De acuerdo con el preocupante reporte, miles de mujeres denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales y señalan, en la mayoría de los casos, a empleados carcelarios como los responsables de dichas vulneraciones a su integridad.
En ese mismo sentido, el informe presentado en el Congreso da cuenta de que este tipo de situaciones se han presentado en al menos 2 de cada 3 prisiones federales en todo Estados Unidos, lo que sugiere la necesidad de que se tomen medidas correctivas urgentes.
El referido informe indica que el número de mujeres que denunciaron haber sido objeto de esta clase de hechos asciende a unas 5.000, una cifra que como otras mediciones de su tipo podría incluso ser objeto de un eventual subregistro.
En virtud de las denuncias, la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos, órgano conocido como BOP, emprendió un importante número de investigaciones correspondientes a estos sucesos, los cuales, de acuerdo con el informe, se habrían presentado entre 2012 y 2020.
En referencia al estudio que arrojó esta preocupante estadística, medios locales en Estados Unidos han precisado que el informe es el resultado de una investigación que se extendió por lo largo de 8 meses, y que estuvo a cargo del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado, en cabeza del senador Jon Ossof, quien en el pasado se ha destacado precisamente como periodista de investigación.
También se explicó que varios de los casos referidos pudieron ser ‘oportunamente’ atendidos e incluso sancionados, mientras que buena parte de esta clase de conductas aún se encuentra en la impunidad o en curso de las respectivas investigaciones.
Víctimas no denuncian
En ese sentido, el informe advierte que uno de los principales obstáculos en la prevención y sanción de esta clase de comportamientos en detrimento de la integridad de las internas, se desprende precisamente de la falta de denuncias por parte de las víctimas.
También se han presentado varios retrasos en el trámite de las querellas, lo que se convierte en un limitante para que el BOP pueda oportunamente confrontar a los empleados señalados y castigarlos como es debido.
Sobre las principales prisiones en las que se registran este tipo de comportamientos indebidos, el informe destaca a cuatro instituciones, de las cuales dos están situadas en el Estado de Nueva York, mientras que las dos restantes corresponden a reclusorios de los estados de Florida y de California.
Otro de los aspectos que despierta especial alarma, tras conocerse el informe, es que algunos de los casos denunciados no consisten en episodios únicos, sino que se convirtieron en comportamientos abusivos reiterativos, que en algunas de las víctimas se presentó durante varios meses e incluso años, sin las autoridades llegaran a tener conocimiento de los mismos.
Además de significar una alarmante estadística, el informe revelado por el subcomité del Senado apuntó que con este informe queda en evidencia que la agencia especial para estos temas, el BOP, Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos, no era lo suficientemente competente como para prevenir o simplemente detectar esa clase de hechos repudiables, haciendo referencia a los abusos sexuales en contra de las internas.