El pasado 16 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, salió de la Casa Blanca con destino a un centro médico especializado en las afueras de Washington, donde un equipo especializado le adelantó una serie de exámenes de rigor para conocer su estado real de salud.

Los rigurosos exámenes fueron realizados por parte del equipo de especialistas que atendieron al presidente de Estados Unidos, encabezados por el doctor Kevin O’Connor, médico de cabecera de Biden desde hace más de una década.

Pese a las preocupaciones, los médicos advirtieron que dicho examen no mostró la existencia de eventuales trastornos neurológicos referidos a esclerosis múltiple, ni tampoco la ocurrencia de accidentes cerebrovasculares o enfermedades degenerativas como el párkinson.

Lo que sí se pudo confirmar en las últimas horas es que al mandatario estadounidense se le extirpó un carcinoma de células basales en el pecho durante una intervención quirúrgica el mes pasado.

O’Connor ha explicado en un memorando que la biopsia confirmó que la pequeña lesión que Biden sufría era un carcinoma de células basales, uno de los tipos de cáncer de piel más comunes, según ha informado la Casa Blanca.

El doctor aseguró que en la zona en la que fue tratada durante la biopsia, “se le ha curado muy bien” y que no requiere de mayor tratamiento. “El presidente continuará la vigilancia dermatológica como parte de su atención médica integral en curso”, ha concluido.

Biden, que tiene 80 años, ya expresó antes de las elecciones de medio mandato del pasado mes de noviembre que, pese a que “podría caer muerto mañana mismo”, lo importante es su energía, y subrayó así que era “totalmente legítimo” para los estadounidenses juzgarle por su estado de salud.

El doctor ha incidido en que la zona fue tratada durante la biopsia, "se le ha curado muy bien" | Foto: REUTERS

En los últimos meses, se ha reavivado el debate del estado de salud de Biden tras difundirse distintos vídeos en los que aparece desorientado. Pese a ello, el mandatario estadounidense mantiene su deseo de aspirar a un segundo mandato en la Casa Blanca, aunque para entonces tendría ya 81 años.

Medios locales de Estados Unidos han aclarado, buscando despertar calma en la población, que los exámenes practicados hace un mes al mandatario norteamericano no implican que el presidente presente dolencias o complicaciones de salud, sino, por el contrario, a un protocolo dictado por las normas de su país que exige un chequeo periódico al jefe de Estado.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, asiste a la Cumbre Nueve (B9) de Bucarest de la OTAN, durante la visita de Biden a Polonia para conmemorar el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el Palacio Presidencial en Varsovia, Polonia | Foto: REUTERS

Biden, quien se convirtió en 2020 en la persona de más edad en asumir el poder en Estados Unidos, ya ha señalado con anterioridad que puede mantener la misma exigencia en su puesto, alegando los viajes regulares que realiza tanto a nivel nacional como en el ámbito internacional.

La tradición establece que quien se sienta en el Despacho Oval lo hace por ocho años, o al menos aspira a que así sea, por lo que el hecho de que Biden renunciase ‘motu proprio’ a la reelección supondría un hito en la política norteamericana y podría marcar en cierta medida la senda de los aspirantes demócratas alternativos.

La salud del presidente

En el parte médico del presidente Biden también se detalló que el mandatario pesa actualmente 81 kilos, mide 1,83 metros, y se caracteriza por llevar una vida saludable, marcada por la no ingesta de alcohol ni cigarrillos.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, recibe la última inyección de refuerzo de covid-19 en el South Court Auditorium del Eisenhower Executive Office Building, junto a la Casa Blanca, en Washington DC, el 25 de octubre de 2022. (Foto de SAUL LOEB / AFP) | Foto: AFP or licensors

Parte de la buena salud del mandatario también se ha atribuido a la permanente práctica deportiva que desarrolla, y que está asociada a la actividad física cinco de los siete días de la semana.

Como antecedentes, los médicos también citaron la cirugía cerebral a la que se sometió Biden en 1988, y han afirmado que no tiene secuelas derivadas de su caso de contagio de covid-19 en 2022.

Con información de Europa Press*