En el transcurso de este lunes, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, lanzó fuertes críticas sobre las sanciones impuestas por Estados Unidos contra varios miembros de su familia.

Murillo ha retomado al tema tras la intervención del ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, en la Asamblea General de Naciones Unidas, quien reivindicó una organización que represente a todos y no se pliegue “a los designios de ninguna potencia imperialista”.

“No aceptamos que los imperios, los neocolonialistas, los fascistas pretendan imponernos lo que ellos llaman sanciones que no son más que agresiones, la continuidad de una política de agresiones con la que pretenden adueñarse y seguirse adueñando del mundo”, denunció Murillo en la televisión estatal.

Así, ha continuado reprobando las medidas tomadas por la administración Biden. “No lo aceptamos, no podemos aceptarlo con sentido elemental de autoestima, de auto-respeto y de derecho a nuestra soberanía e independencia, nuestros modelos culturales, a nuestros patrimonios culturales”, ha declarado.

“No pueden seguirnos saqueando, no pueden seguir usurpando la voz del pueblo”, ha añadido, antes de pedir a los organismos internacionales a que se opongan a los bloqueos “que ponen en mayor evidencia la perversión” de un sistema que “pretende continuar desangrando al mundo”, con el beneplácito de “organismos que deberían defenderlo”.

Últimas sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Daniel Ortega

A solo días después de acoger la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles a la que el mandatario Daniel Ortega no fue invitado por incumplir los estándares democráticos, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones a funcionarios de Nicaragua, esto como una forma de presión sobre Daniel Ortega y su régimen.

Las nuevas restricciones están dirigidas a 93 funcionarios de Nicaragua y serían limitaciones en el visado de este país, limitando sus visitas, así como otras acciones legales. Entre las personas afectadas se encuentran jueces, fiscales, miembros de la Asamblea Nacional y funcionarios del Ministerio del Interior.

Según el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, estas restricciones se aplican a personas que socavaron la democracia tras la “ilegítima” reelección del mandatario nicaragüense en noviembre de 2021, donde luego de encarcelar a los candidatos opositores, sin ninguna competencia Daniel Ortega se habría llevado los votos para un nuevo mandato.

Además, Blinken instó a Managua a la liberación “inmediata e incondicional” de todos los opositores “injustamente detenidos” y al restablecimiento de la democracia y el estado de derecho en Nicaragua. “El régimen tiene a más de 180 presos políticos, muchos de los cuales sufren por falta de alimentación adecuada, atención médica adecuada e incluso luz solar”, afirmó el secretario de Estado en un comunicado.

Blinken dijo que los miembros de Asamblea Nacional y los funcionarios del Ministerio del Interior sancionados este lunes 13 de junio, permitieron que el gobierno de Ortega reforzara su control sobre ciudadanos e instituciones con leyes que ilegalizaron a más de 400 ONG y una docena de universidades.

Además, destacó que los sistemas judiciales y de seguridad “corruptos” de Nicaragua detuvieron y enjuiciaron a líderes cívicos y defensores de los derechos humanos “por decir la verdad” y realizar actividades propias de un sistema político democrático.

Es de recordar que Estados Unidos ya impuso sanciones a decenas de funcionarios nicaragüenses, incluidos Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, quien es su esposa, desde hace algunos años que viene haciendo presión para tratar de desequilibrar al régimen.

Entre tanto, las sanciones fueron el resultado de la conversaciones de la Cumbre en Los Ángeles, donde Blinken también cuestionó la decisión de Ortega de solicitar a la Asamblea Nacional (congreso nicaragüense) la ratificación de un decreto que autoriza el ingreso de tropas extranjeras, entre ellas de Rusia, para realizar ejercicios conjuntos de asistencia humanitaria y combate al narcotráfico.

“Los países toman sus decisiones soberanas. Sin embargo, la idea de que Rusia sea un buen socio cuando se trata de cuestiones de aplicación de la ley o cuando se trata de asistencia humanitaria, digamos que no pasa la prueba de credibilidad”, dijo Blinken a periodistas el viernes 10 de junio.

Ortega apareció en la política nicaragüense desde el siglo pasado, cuando fue uno de los líderes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza (1936-1979), y luchó contra los rebeldes de la Contra respaldados por Estados Unidos en una guerra sangrienta en la década de 1980, pero hoy es señalado de instaurar una dictadura.

Tras gobernar el país hasta 1990, Ortega regresó al poder en 2007 y en noviembre pasado ganó un cuarto mandato consecutivo con la mayoría de sus detractores y rivales presos o exiliados, así como el poner a su propia esposa como vicepresidente del país centroamericano, quien ya comenzó su segundo mandato.

*Con información de AFP.