Muchas son las historias acerca de lo que le sucede a una persona si besa a uno sapo del desierto de Sonora, en Estados Unidos, pues quienes lo han hecho señalan que puede resultar experimentando una aventura psicodélica sin precedentes, motivo que hace que esta especie sea bastante perseguida por los visitantes de ese espacio natural.
Al respecto, el Servicio Nacional de Parques de ese país hizo una curiosa advertencia a los visitantes de las reservas donde habita este animal y solicitó no lamerlo ni tener contacto con él.
“Como decimos con la mayoría de las cosas que te encuentras en un parque nacional, ya sea una babosa banana, un hongo desconocido o un sapo grande con ojos brillantes en la oscuridad de la noche, por favor abstente de lamer. Gracias”, indica la comunicación de la entidad publicada en Facebook y la cual va acompañada con una imagen del animal que fue captada gracias a uno de los radares nocturnos instalados en los lugares donde tiene presencia.
Este anfibio también es conocido como sapo del Río Colorado y sus dimensiones lo llevan a estar entre los más grandes de su especie, pues puede llegar a medir 18 centímetros; tiene hábitos muy particulares y suele pasar oculto bajo la tierra la mayor parte de su vida, saliendo solo a la superficie en mayo y septiembre para aparearse.
Por lo general, se encuentran en el sur del estado de Arizona y su hábitat se extiende hasta la frontera con México, una zona donde hay una gran cantidad de reservas naturales que les permite estar a salvo de los humanos.
¿Por qué lamen un sapo?
El sapo del desierto de Sonora tiene glándulas parotoides prominentes que secretan una potente toxina que pude poner en riesgo la vida de quien lo manipule o pase sus manos por la boca luego de haberlo tocado.
Sin embargo, los estudiosos del tema han encontrado que dentro de las toxinas que expulsa el animal se encuentra un potente alucinógeno que es llamado la molécula de Dios y que las autoridades han incluido en su lista de sustancias ilegales.
Según diferentes investigaciones, esta toxina está vinculada a diferentes rituales en las que se fuma; sin embargo, y luego de conocer ciertas evidencias, se busca determinar su eficacia bajo un uso terapéutico con dosis controladas y suministradas por profesionales.
Mientras esto sucede, las autoridades han acudido a hacer este tipo de llamados ante la persecución de la que es víctima el sapo del desierto de Sonora, objeto de quienes buscan extraer su veneno y a quienes no les importa cazarlo de forma indiscriminada.
“Hay una percepción de abundancia, pero si eliminas suficientes ejemplares de una especie, llegará un momento en que su población colapse como un castillo de naipes”, indicó Times Robert Villa, presidente de la Sociedad Herpetológica de Tucson, en una entrevista realizada por New York Times y que fue recogida por el portal Gizmodo.
Frente a las consecuencias de un mal uso, muchos han recordado el caso del actor porno Nacho Vidal, a quien la justicia española lo vinculó con la muerte de un fotógrafo en medio del rito del sapo bufo, que consistía en fumar la toxina que secreta el animal.
Entre tanto, las autoridades seguirán vigilando, de cerca, el número de individuos de esta especie para evitar que el afán de los turistas y traficantes que los persiguen con fines ilícitos afecte su existencia y ponga en riesgo su supervivencia frente a las prácticas ilegales de las que son objeto estos ejemplares de gran tamaño.