El ataque al Capitolio de Estados Unidos ocurrido el pasado 6 de enero de 2021 tiene un nuevo episodio por cuenta de las imágenes que se conocieron gracias al presentador de la cadena Fox News Tucker Carlson, quien las recibió del hoy presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy.
En el video divulgado en televisión se podían ver imágenes del atacante conocido como QAnon Shaman, acompañado y caminando libremente por los pasillos del Capitolio.
McCarthy otorgó a Carlson acceso a más de 40.000 horas de imágenes de seguridad del ataque. Ante esto, la Policía del Capitolio advirtió que esta publicación podría representar un riesgo potencial para la seguridad del edificio.
Pero lo que más llamó la atención de estas nuevas imágenes difundidas es que muestran a Jacob Chansley, alias QAnon Shaman, caminando por el edificio sin que la policía quisiera desalojarlo.
En un clip se ve a Chansley con dos oficiales que incluso le intentan abrir una puerta cercana para ingresar al ala del Senado. En otro clip, Chansley, todavía es acompañado por los mismos dos oficiales y además luego camina entre un grupo mayor de oficiales de policía y ninguno parece intentar intervenir.
En los videos no hay registro de audio y no quedó claro si los oficiales y Chansley estaban hablando entre sí. Sin embargo, en los documentos judiciales, los fiscales dicen que los agentes de la Policía del Capitolio intentaron repetidamente hablar con Chansley y otros atacantes, pidiéndoles que salieran del lugar.
Los miembros de la Policía del Capitolio testificaron en varios juicios y allí argumentaron que se sintieron superados en número y tenían miedo de escalar la violencia y que debido a esta pasividad los atacantes pudieron entrar al edificio sin mucha o ninguna resistencia física, según el relato de los oficiales.
Dos años después del ataque al Capitolio de Estados Unidos, la policía sigue buscando a 350 participantes, así como al sospechoso de colocar una bomba casera cerca de la sede del Congreso el día previo al ataque.
En los últimos 24 meses hubo más de 950 arrestos, dijo el secretario de Justicia, Merrick Garland, en un comunicado de prensa. “Nuestro trabajo no ha terminado” y “seguimos decididos a enjuiciar a todos los responsables del asalto a nuestra democracia”, agregó.
Más de la tercera parte de los detenidos ya fue juzgada por cargos que van desde simple “ingreso sin autorización” a “sedición”, mientras que 192 recibieron penas de prisión, según una declaración separada del fiscal federal de Washington, que supervisa esta investigación.
La policía federal (FBI), que aún busca identificar a 350 sospechosos, volvió a pedir este miércoles la ayuda del público.
También aumentó de 100.000 a 500.000 dólares la recompensa para quien aporte información que permita arrestar a quien colocó una bomba artesanal la noche del 5 de enero de 2021, cerca del Congreso, que nunca explotó.
Todavía faltan por esclarecer varios acontecimientos sucedidos durante esos días y si el expresidente Donald Trump tuvo que ver de manera directa en estos actos que cobraron la vida de un oficial de policía.