A medida que avanza hacia Florida, Estados Unidos, el huracán Ian, tras arrasar Cuba, donde dejó dos muertos y un apagón generalizado, los servicios meteorológicos han advertido que podría tener consecuencias “catastróficas”.
Se espera que el fenómeno natural, de categoría 4 en la escala de 5 de Saffir-Simpson, provoque “catastróficas marejadas, vendavales e inundaciones en la península de Florida”, señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Con vientos sostenidos de 250 km/h y ráfagas más fuertes, Ian se dirige a la costa oeste de Florida, donde se le espera a primera hora de la tarde. Luego, debería moverse tierra adentro durante el día antes de volver a salir al mar por la costa oeste de este estado del sureste de Estados Unidos la noche jueves, según el pronóstico.
Se esperan precipitaciones de entre 300 y 450 mm en el centro y noreste de la península, y de hasta 600 mm en algunos lugares, dijo el NHC.
Ante este panorama, el presidente, Joe Biden, anunció que su gobierno dará al estado de Florida “toda” su ayuda para hacer frente al huracán.
Así se lo hizo saber mediante comunicación telefónica a los alcaldes de Tampa, St. Petersburg y Clearwater, ubicados en la costa del Golfo de Florida, que podrían ser las más impactadas por el huracán.
“Actualización de ciclones tropicales para el huracán Ian. El Aeropuerto Regional del Suroeste en Fort Myers reportó recientemente una ráfaga de viento de 62 mph (100 km/h)”, indicó el NHC.
Por su parte, la administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Deanne Criswell, quien estuvo en el Despacho Oval cuando se produjo la conversación, dijo en una rueda de prensa que “el presidente les ha prometido toda la ayuda del Gobierno federal”.
La funcionaria aseguró que la política no tendrá ningún papel en la respuesta al huracán y prometió que la administración Biden responderá a cualquier petición de ayuda que haga el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, que suena como posible candidato a las elecciones presidenciales de 2024 y que tiene una relación conflictiva con el Gobierno federal debido a sus decisiones sobre migración o derechos de la comunidad LGBTI.
Criswell habló con el pasado viernes con DeSantis y, un día después, el jefe de Estado firmó una declaración de emergencia, una ayuda federal de emergencia para 24 de los 67 condados de Florida.
“Mi administración está alerta y en acción para ayudar a la gente de Florida. Aprobé la solicitud de asistencia de emergencia de Florida inmediatamente después de recibirla del gobernador y ordené a mi equipo que aumentara la asistencia federal allí antes de que llegara la tormenta”, dijo en su momento el presidente Biden.
Además, aseguró que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EE. UU. (FEMA, por sus siglas en inglés) ya ha desplegado 700 personas en Florida y que el gobernador activó 5.000 miembros de la Guardia Nacional estatal con otros 2000 guardias provenientes de otros estados.
El mandatario suspendió la visita para el este martes a Florida debido al paso del huracán. En la ciudad de Fort Lauderdale tenía previsto explicar los planes para rebajar los costos de la atención sanitaria y luego, en la de Orlando, participar en un mitin organizado por el Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés).
“Es una gran tormenta”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa tras advertir que Ian podría tocar tierra como huracán de categoría 5.
Añadió que “claramente, este es un huracán muy poderoso que tendrá consecuencias de largo alcance”.
El Pentágono movilizó a 3.200 guardias nacionales y hay otros 1.800 en camino.
Las autoridades de varios municipios distribuían bolsas de arena para ayudar a los habitantes a proteger sus viviendas.
En tanto, la Nasa canceló el despegue de su nuevo cohete a la Luna desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, que estaba inicialmente previsto para el martes, debido a la proximidad del huracán.
Ian, cuarto huracán formado en 2022 en la cuenca atlántica, ya salió al golfo de México, donde sus vientos se intensificarán antes de enfilar hacia la costa oeste de Florida como “un peligroso huracán mayor”, según el Centro Nacional de Huracanes.
*Con información de AFP.