Los castigos físicos a los estudiantes, prohibidos hace más de 20 años, volvieron a las aulas de los colegios del distrito escolar de Missouri, Estados Unidos, luego de que fuera aprobada una norma que permite a los profesores utilizar esta medida para ejercer disciplina.

La decisión, que fue notificada a los padres de familia durante una junta escolar realizada en junio pasado, comenzó a ser aplicada desde el pasado 22 de agosto, cuando retornaron a clases los 1.900 alumnos en el distrito Escolar Cassville R-IV, ubicado a unos 80 kilómetros al occidente de Branson, una de las ciudades de Missouri.

Se trata de una medida que establece el “uso de la fuerza física como método para corregir el comportamiento de los estudiantes”.

Los padres tuvieron que llenar formulario en el que autorizan a la escuela utilizar este método disciplinario con su hijo con una especie de regla de madera.

“En Cassville, los miembros del personal emplearán fuerza física razonable, sin posibilidad de lesiones o daños corporales en presencia de un testigo, de acuerdo con la nueva política”, señaló el establecimiento educativo, al resaltar que el maestro que aplique la sanción debe presentar un informe explicando la razón detrás del castigo.

Por su parte, el superintendente del distrito escolar, Merlyn Johnson, explicó que los alumnos más jóvenes podrían recibir uno o dos “golpes”, mientras que los estudiantes mayores podrían recibir hasta tres. “Nos centraremos en educar a nuestros estudiantes”, dijo.

Sin embargo, insistió en que la acción disciplinaria se usará solo como último recurso cuando los castigos como suspensiones no funcionen. ”El refuerzo positivo, nos encanta. Eso funciona con muchos niños”, enfatizó.

“Solo cuando todos los demás medios alternativos de disciplina han fallado. No está permitido golpear a un estudiante en la cabeza o la cara”, indicó la institución en su página web.

Aunque la decisión es controversial, algunos padres de familia defendieron la medida y firmaron el documento de autorización.

“Al final del día, esto le da a la escuela una herramienta más para disciplinar a un niño, sin tener que enviarlo a casa suspendido donde solo jugarían videojuegos”, dijo Dylan Burns, de 28 años, un agricultor local, quien tiene dos hijos en el sistema escolar, uno de quinto grado y otro de preescolar.

El castigo físico en los colegios no es nuevo en Estados Unidos, fue aceptado durante el siglo XIX y principios del XX, pero en 1867, Nueva Jersey fue el primer estado en prohibir su práctica en las escuelas públicas, aunque tuvieron que pasar más de 100 años antes de que otros estados hicieran lo mismo. (Foto AP / Luca Bruno) | Foto: Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved

Señaló que muchos padres en Cassville, un pueblo de 3.000 habitantes cerca de la frontera con Arkansas, apoyaban la idea.

Agregó que “creo que hay mucha información errónea sobre esto. Nadie sujeta a un niño y lo golpea, son uno o dos palas (especie de reglas de madera)”. Incluso aseguró que ya advirtió a sus hijos sobre las posibles consecuencias de portarse mal en la escuela. “Mis hijos son buenos niños”, dijo. “No creo que sea un problema”, dijo.

Reacciones

Entre tanto, el director ejecutivo de la Coalición Nacional para la Reforma de la Protección Infantil, Richard Wexler se declaró sorprendido por la decisión del distrito Escolar Cassville R-IV.

“La tendencia en Estados Unidos ha ido en sentido contrario, los lugares la están abandonando por completo. Esta es la primera vez que he oído de alguien que lo adopte”, indicó.

Enfatizó que “es absolutamente una práctica terrible. No hay necesidad de que un maestro o un administrador golpee o ataque físicamente a un niño. No castiga, traumatiza”.

El castigo físico en los colegios no es nuevo en Estados Unidos, fue aceptado durante el siglo XIX y principios del XX, pero en 1867, Nueva Jersey fue el primer estado en prohibir su práctica en las escuelas públicas, aunque tuvieron que pasar más de 100 años antes de que otros estados hicieran lo mismo.

Sin embargo, un fallo de la Corte Suprema de 1977, Ingraham vs. Wright, consideró constitucional el castigo corporal en las escuelas públicas y dejó en libertad a los estados a volver a adoptar esta clase de medidas disciplinarias.

En 19 estados lo permiten, la mayoría de ellos en el sur, según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente.

Pero el restablecimiento de los castigos físicos en los colegios no son bien vistos por algunos sectores como la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Estadounidense de Psicología que advirtieron que estos pueden provocar problemas académicos, emocionales y de comportamiento.

Incluso un estudio de 2016 del Journal of Family Psychology encontró que las “nalgadas” aumentaban el riesgo de agresión y comportamiento antisocial.