Figura emergente de la derecha de Estados Unidos, Ron DeSantis, fue reelegido triunfalmente gobernador de Florida el martes 8 de noviembre, una victoria que consolida su posición de posible precandidato presidencial contra Donald Trump e inclina hacia los republicanos este estado que otrora oscilaba entre conservadores y demócratas.
Aunque ninguno de los dos ha anunciado su candidatura para 2024, la carrera por la nominación republicana bien podría haber comenzado extraoficialmente este 8 de noviembre. Además, las palabras de DeSantis en su discurso triunfal dejan ver que estaría prensando en la presidencia de Estados Unidos. “Para mí, la lucha apenas comienza”, dijo Ron DeSantis, de 44 años.
Según proyecciones de medios estadounidenses, el hombre que lanzó una campaña incendiaria contra el gobierno de Joe Biden y convirtió a Florida en un laboratorio para sus ideas, obtuvo entre el 57 y el 59 % de los votos contra el demócrata Charlie Crist.
“Creo que la supervivencia del experimento estadounidense necesita una resurrección de los verdaderos principios estadounidenses. Florida demuestra que se puede hacer”, agregó entre aplausos de sus seguidores. Lo hizo sin mencionar una sola vez a Donald Trump, quien, al apoyarlo, le dio un gran impulso en la carrera por ser gobernador en 2018.
Este último parece consciente y visiblemente molesto por la amenaza que supone para él el ascenso de este partidario de una derecha dura y muy popular entre muchos republicanos hartos del impredecible Trump. Por la noche, el expresidente pronunció un breve discurso, en el que saludó algunas victorias republicanas, pero se cuidó de mencionar al que ya es visto como su más fuerte rival.
El lunes 7 de noviembre Trump estimó que si Ron DeSantis optaba por participar en la carrera por la nominación, sería “un error”. “No creo que a la base le guste. No creo que sea bueno para el partido”, dijo. Como suele hacer con sus oponentes, Donald Trump también ha utilizado recientemente un apodo despectivo para el gobernador: “Ron DeSanctimonious”.
La clarísima victoria de DeSantis también confirma un anclaje a la derecha de Florida, considerado durante mucho tiempo un “estado indeciso” o bisagra, es decir, uno de los que oscilan entre demócratas y republicanos y que son claves en las elecciones.
El gobernador no se equivocó: “No solo ganamos las elecciones, redibujamos el mapa político”, dijo el martes por la noche, agradeciendo una victoria “histórica”. Porque “está claro que en estas elecciones hemos recogido una cantidad importante de votos de personas que quizás no votaron por mí hace cuatro años”, dijo.
Impensable hace unos años, Ron DeSantis ganó el condado de mayoría hispana de Miami-Dade, donde ningún candidato republicano a gobernador ha obtenido la victoria en 20 años. Algo que debería preocupar a los demócratas, ya que aunque los hispanos tradicionalmente votan por la izquierda, se sienten cada vez más atraídos por el otro campo.
Muchas personas de las comunidades de origen cubano y venezolano son sensibles al discurso antisocialista de los republicanos. Además, la forma en la que DeSantis manejó la pandemia de covid-19 también puede haber sido fundamental en su victoria.
El gobernador, que se opuso a los requisitos de vacunación y al uso de mascarillas, permitió que las empresas y los colegios de Florida reabrieran mucho antes que el resto del país.
*Con información de AFP.