En Estados Unidos se está librando una batalla interna entre quienes adoptan medidas poco agresivas en contra de los migrantes y los que son más autoritarios y severos en contra de esta población.
Greg Abbot, gobernador de Texas, adoptó un papel de cero tolerancia con los indocumentados que ingresan de manera ilegal a territorio estadounidense y sobre todo a su estado. A ellos los envía a lugares como Nueva York, argumentando que estos lugares gobernados por Demócratas deben recibirlos debido a que estos políticos critican su modo de operar en contra de ellos y además los reciben con las manos abiertas sin ninguna objeción.
Según datos de las autoridades, 13 mil migrantes ya han sido recibidos en Nueva York provenientes de Texas, lo cual ha causado una crisis que está desbordando la capacidad de la ciudad en los centros donde son ubicados.
Ante este panorama, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, anunció de manera oficial que se abrirán dos nuevos centros humanitarios temporales para acoger a esta población y solucionar su situación en el país de la manera más rápida y eficiente posible.
“Hace más de 100 años, Ellis Island abrió sus puertas para recibir a aquellos que anhelaban respirar en libertad. Nuevamente estamos lidiando con una crisis humanitaria creada por nuestras propias manos. Otros líderes pueden haber abdicado de su deber moral de apoyar a los solicitantes de asilo, pero la ciudad de Nueva York no lo hará”, fueron las palabras de Adams en su perfil oficial de Twitter acompañadas de imágenes de cómo lucen los nuevos centros humanitarios ubicados en Manhattan. Allí se ven camas sencillas debajo de carpas gigantes donde los migrantes recibirán atención prioritaria.
Oswaldo Feliz, concejal del distrito 17 de Nueva York, aseguró en entrevista con Telemundo que en estos albergues temporales las autoridades deberán resolver la situación de las familias o personas entre 24 y 48 horas.
Mientras que la pelea entre demócratas y republicanos con el tema de la migración parece no tener un fin cercano, esta población se sigue viendo afectada, incluso con pérdidas de vidas.
Hace unos días nueve migrantes murieron ahogados y decenas fueron rescatados tras intentar cruzar el río Grande desde México hacia Estados Unidos, informaron las autoridades. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) dijo en un comunicado que los tráficos hechos ocurrieron cuando un enorme grupo intentó atravesar el río Bravo cerca de Eagle Pass, en el estado de Texas.
La CBP confirmó 37 personas rescatadas, pero se encontraron los cadáveres de nueve migrantes, tres por las autoridades mexicanas y seis por los agentes estadounidenses. Un total de 53 migrantes fueron detenidos en el lado estadounidense y los funcionarios mexicanos recogieron a 39 en su lado del río, dijo la CBP en un comunicado.
No se entregó información sobre las edades o nacionalidades de los migrantes. Un funcionario de la CBP dijo al diario The Washington Post que el ahogamiento masivo parecía ser el peor en años en el río Bravo.
Casi 50 mil migrantes fueron arrestados en Eagle Pass el mes pasado, según datos del gobierno. El jefe de bomberos de la ciudad, Manuel Mello, le dijo a The New York Times que los migrantes habían sido arrastrados por fuertes corrientes al sur del Puente Internacional que une Eagle Pass con Piedras Negras, México.