Desde Estados Unidos se expresó que el régimen de Maduro no ha dado muestras de cumplimiento a los acuerdos que se habían hecho hace algunos meses para restaurar las relaciones entre los dos países, lo que ha agotado la paciencia del Gobierno en Washington, que ahora ha optado por amenazar con intensificar las sanciones a Venezuela, si los compromisos no son cumplidos.

La posición del gobierno Biden se hizo recientemente explícita, a través de Brian Nichols, subsecretario del Departamento de Estado para América Latina, quien, en una intervención ante la comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, precisó que Venezuela viene empleando tácticas dilatorias, sobre las que advirtió no resultarían útiles, mientras que Estados Unidos pierde paciencia.

Ante esto, el presidente Nicolás Maduro lanzó duras declaraciones al conocer la nueva posición de Estados Unidos. “Tirarán patadas de ahogado de última hora, pegarán gritos de amenazas el imperio estadounidense, pero deben saber que sus amenazas se pierden en el fondo del mar de desprecio y del olvido, de su arrogancia, se queda en una fábula de lo que ellos fueron y de lo que jamás volverán a ser, un imperio dominante, se acabó el tiempo de los imperios, ha llegado el tiempo de los pueblos, de la paz, de la colaboración”, dice el mandatario en una de sus alocuciones.

¿Qué pasó para que Estados Unidos volviera a mencionar duras sanciones a Venezuela?

El llamado se realiza en el marco de las preocupaciones internacionales luego de que, pese a que ya se había dado un primer paso para concertar un acercamiento entre el chavismo y la oposición, el primer sector se levantara de la mesa de diálogo que se había fijado en Ciudad de México; negociaciones que llevan suspendidas cerca de un año.

La advertencia, expresada por Nichols reitera lo ya expuesto por los responsables de las Relaciones Exteriores de Estados Unidos, quienes, un mes atrás, advirtieron que es necesario que la voluntad de Maduro se haga, no solo explícita, sino también tangible, abogando por la reactivación de los escenarios de diálogo.

En ese sentido, Estados Unidos también presiona para que las partes descongelen el escenario, y fijen nuevamente una fecha para la reanudación de los diálogos.

Así, Nichols recordó que la revisión, de Estados Unidos, de las actuales políticas de sanciones impuestas a Venezuela está supeditada al cumplimiento de compromisos, referidos a la reactivación de los diálogos. En ese sentido, además de la reanudación de diálogos, la flexibilización de las políticas y sanciones contra Caracas, también dependen de los avances logrados en la mesa de diálogo en Ciudad de México.

El llamado, ahora reiterado, acusa que en casos en los que se logre determinar que el régimen Maduro no obre de buena fe, ni cumpla con los compromisos, referirá que Estados Unidos revise su política de sanciones, pero no para ablandarlas, sino para endurecerlas aún más.

Nichols reiteró lo ya expuesto, tiempo atrás, por el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., órgano que se encarga de guiar las relaciones exteriores del país.