Las autoridades estadounidenses han aumentado a 34 el balance de víctimas mortales como consecuencia de la tormenta invernal que azota el país.
El mayor número de muertes se han notificado en el estado de Nueva York, ya que al menos doce personas han muerto por la ola de nieve.
El alcance de la tormenta no ha tenido precedentes, afectando partes del medio-oeste y este de Estados Unidos, según indica la cadena CBS.
Millones de personas se han refugiado de la helada durante la noche y la madrugada, sin embargo, la tormenta ha atrapado a algunos residentes dentro de sus viviendas por las acumulaciones de nieve. Asimismo, ha dejado sin electricidad a miles de ciudadanos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, afirmó que es la tormenta “más devastadora” en la Historia de Búfalo, donde han caído cerca de 100 centímetros de nieve.
“No puedo exagerar lo peligrosas que siguen siendo las condiciones”, precisó Hochul, instando a los vecinos a mantenerse alejados de las carreteras en Navidad.
Pese a que las condiciones meteorológicas han mejorado durante la jornada, más de 55 millones de personas están bajo alerta de bajas temperaturas, siendo el 25 de diciembre más frío desde 1983 para ciudades como Miami, Tampa, Orlando y West Palm Beach.
“Dunas” de nieve
La prohibición de viajar a la ciudad de Buffalo rige desde el viernes, pero cientos de personas aún se encontraban varadas en sus vehículos.
Para rescatarlos, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en Buffalo, donde los servicios de emergencia estaban prácticamente paralizados.
La electricidad tampoco se restablecerá por completo en la ciudad de Buffalo antes del lunes, advirtió Poloncarz, y pidió a los residentes que no abandonaran sus hogares porque las rutas permanecen intransitables.
“Los vientos son tan fuertes” que la nieve forma como “dunas de arena”, es una “locura”, dijo el sábado a la AFP Ali Lawson, de 34 años, que vive en Buffalo desde hace ocho años.
“Anoche ni siquiera podíamos ver más allá de nuestro porche”, apuntó su prometida, Rebecca Bortolin, de 40 años.
Casi 1,7 millones de clientes en todo el país llegaron a quedarse sin electricidad el fin de semana, de acuerdo con Poweroutage.us
Riesgo de hipotermia
El NWS dijo que las temperaturas en el centro y este de Estados Unidos deberían volver “a las normas estacionales a mediados de la próxima semana”.
Desde la tarde del viernes, la tormenta se ha convertido en una “bomba de baja presión”: un choque entre dos masas de aire, una muy fría del Ártico y otra tropical del Golfo de México. Las bombas de baja presión pueden producir fuertes lluvias o nevadas, inundaciones costeras y vientos huracanados.
El tráfico aéreo estaba mejorando gradualmente con casi 1.500 vuelos cancelados el domingo, frente a los más de 3.400 del día anterior, según el sitio de seguimiento FlightAware.com.
La autoridad de aviación estadounidense, la FAA, “espera que las interrupciones más extremas hayan quedado atrás”, tuiteó el sábado el secretario de Transporte estadounidense, Pete Buttigieg.
Para muchos viajeros la pesadilla continuaba en los aeropuertos de Atlanta, Chicago, Denver, Detroit, Minneapolis y Nueva York.
El hielo en las carreteras también llevó al cierre temporal de algunas de las rutas más concurridas del país, incluida la Interestatal 70, que atraviesa buena parte de Estados Unidos de este a oeste.
Ciudades como Denver o Chicago abrieron refugios para acomodar a las personas sin hogar y protegerlas del riesgo de hipotermia.
Canadá también estaba afectado por la tormenta y todas las provincias tenían alertas meteorológicas.
Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en Ontario y Quebec, y los aeropuertos de Vancouver, Toronto y Montreal sufrieron cancelaciones de vuelos.
En la provincia de Columbia Británica, las autoridades dijeron que 53 personas resultaron heridas en un accidente de autobús el sábado por la noche, a unos 330 kilómetros al este de Vancouver. La causa del choque estaba bajo investigación.
*Con información de Europa Press y AFP