Un grupo de turistas que quedaron atrapados a unos 200 pies bajo tierra en las Cavernas del Gran Cañón en Peach Springs, Arizona, el domingo, cuando un ascensor no funcionó bien, fueron traídos de vuelta a la superficie este lunes con la ayuda de los departamentos de bomberos locales.
Según el jefe de bomberos de Seligman, Gary Bennett, seis personas quedaron varadas en el sitio turístico después de que un ascensor dejara de funcionar alrededor del mediodía del domingo, incluida una familia de cuatro con dos niños pequeños y una segunda pareja.
Los bomberos del Distrito de Bomberos de Seligman pudieron ayudar a la familia de cuatro integrantes a subir los aproximadamente 21 tramos de escaleras hasta la superficie entre las 7:30 y las 8:30 p. m. del domingo por la noche.
Según Bennett, el esposo de la segunda pareja también pudo subir las escaleras a la superficie, pero decidió regresar a la caverna para quedarse con su esposa en la suite del motel ubicada en el fondo de las cavernas el domingo por la noche hasta que el ascensor volvió a funcionar.
Esa pareja tomó el ascensor de regreso a la superficie este lunes.
El Distrito de Bomberos de Seligman fue asistido en la operación por el Departamento de Bomberos de Ash Fork y el Departamento de Bomberos de Peach Springs.
Las autoridades, por su parte, dijeron originalmente que cinco personas estaban varadas en las cavernas.
“Ayer cinco personas estaban saliendo de las cavernas cuando el ascensor dejó de funcionar. Creyendo que era un problema eléctrico, trajeron un generador. No es un problema eléctrico. Es un problema mecánico”, dijo a CNN Jon Paxton, portavoz de la Oficina del Sheriff del condado de Coconino.
Las Cavernas del Gran Cañón son una atracción turística que permite a los visitantes recorrer el interior de una antigua cueva subterránea, cenar y alojarse en un motel, según dice su sitio web oficial.
Inundaciones dejan atrapadas a mil personas en California
En otros hechos, debido a las fuertes lluvias presentes durante los útimos meses, inundaciones repentinas en el Parque Nacional Death Valley enterraron automóviles dejando atrapadas a unas 1.000 personas, lo cual obligó de inmediato a las autoridades a cerrar todas las carreteras de acceso y salida del parque en dicho momento.
El parque, que se encuentra cerca de la frontera entre California y Nevada, recibió al menos 4,3 centímetros (1,7 pulgadas) de lluvia en el área de Furnace Creek, lo que, según dijeron funcionarios del parque, representaba “la lluvia de todo un año en una sola mañana”.
Dicho promedio está apenas por debajo del récord del calendario anterior, el cual fue de 1,47 pulgadas de lluvias, establecido desde el 15 de abril de 1988. Si bien el promedio total al año está alrededor de 1,94 pulgadas, y la mayor cantidad jamás registrada para agosto, en el Death Valley el cual es el lugar más bajo, seco y caluroso de los Estados Unidos, tiene un promedió 0,11 pulgadas de lluvias al año.
La inundación dejó 60 vehículos enterrados por los escombros, y alrededor de 500 visitantes y 500 trabajadores del parque no pudieron salir, según informaron las autoridades del parque.
Por su parte, el Departamento de Transporte de California estimó que tardarían entre cuatro y seis horas en abrir una carretera que permitiera la salida de los visitantes del parque.
Además, se trató de la segunda inundación de semejante magnitud en el parque durante el mes de agosto. Incluso, algunas carreteras fueron cerradas después de que quedaran cubiertas de lodo y escombros a causa de las inundaciones anteriores repentinas que golpearon con fuerza el oeste de Nevada y el norte de Arizona.
Durante las tormentas, las aguas de la inundación empujaron los contenedores de basura hacia los coches aparcados, lo que provocó que los autos chocaran entre sí. Además, muchas instalaciones quedaron inundadas, incluidas las habitaciones de hotel y las oficinas comerciales”, decía el comunicado del parque.
A partir de ese sábado por la mañana, “todo salió bien”, dijo Nikki Jones, asistente de mesero en un restaurante en Park’s Ranch Inn, quien publicó un video de las inundaciones en Twitter.
Jones también le dijo a The Washington Post que las aguas de la inundación habían disminuido el viernes por la tarde, pero quedaban escombros ligeros en las carreteras. Sin embargo, resaltó la buena labor que han hecho para limpiar el lugar. “CalTrans ha hecho un trabajo increíble limpiándolo rápidamente, conduje por las carreteras hoy”.
En contexto, la corriente es alimentada por el monzón del sudoeste, que se forma cada verano cuando los vientos predominantes se mueven de oeste a sur, arrastrando un afloramiento de humedad hacia el norte. Esta humedad puede desencadenar intensas lluvias que estropean el árido paisaje desértico debido a que hay poco suelo para absorber la lluvia, y cualquier lluvia medible puede causar inundaciones en áreas bajas, y las fuertes lluvias pueden unirse a arroyos normalmente secos o desencadenar inundaciones repentinas.