Estados Unidos se encuentra muy cerca de que entre en vigencia el nuevo reglamento federal para que se prohíban las llamadas “armas fantasma”. El próximo 24 de agosto, la venta de armamento sin número de serie y por partes estará prohibida, de ahí el afán de empresas y compradores por vender el mayor número de existencias posible antes de la fecha decretada.
Las armas fantasma son aquellas que son vendidas por partes, las piezas suelen ser conseguidas vía internet con facilidad o fabricadas por medio de impresoras 3D. Estas armas no poseen ningún registro que permita a las autoridades rastrear su procedencia y antecedentes de uso.
De esta manera, los delincuentes tienen una mayor tranquilidad para cometer delitos con armas que no son rastreables. Además de la facilidad para que quienes normalmente no podrían cumplir con los requisitos de seguridad puedan comprar un arma totalmente legal, lo pueden hacer mediante esta modalidad.
Según este decreto, que entrará en vigencia, las piezas sueltas que puedan ensamblarse fácilmente en un arma de fuego estarán sujetas a los mismos requisitos que las ya ensambladas. Aquellos que revendan los kits deberán realizar verificaciones de antecedentes de los compradores potenciales o incluir un número de serie en las piezas de los componentes.
Se puede evidenciar cómo algunas páginas web de venta de armas tienen instalados conteos regresivos con el fin de estimular la venta de armas antes de que este tipo de prácticas queden prohibidas.
Desde enero de 2016 hasta diciembre de 2021, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) solo pudo rastrear al propietario de un “arma fantasma” en el 0,98 % de los casos, sobre todo en investigaciones sobre asesinatos e intentos de homicidio.
Según la organización Gun Violence Archive, más de 11.700 personas han muerto por arma de fuego desde principios de año en Estados Unidos, incluidos los suicidios, y en 2021 fueron 45.000, lo que lleva a la Casa Blanca a hablar de “epidemia”.
Más de 17.000 muertos en 2022, incluidos casi 650 menores: el número de víctimas de la violencia armada en Estados Unidos es aterrador, según el recuento de organizaciones que hacen campaña por un mayor control de la venta de armas a particulares.
Más de 100 muertes por día
En promedio, 40.620 personas mueren cada año por armas de fuego en Estados Unidos, según la oenegé Everytown For Gun Safety, es decir, 111 personas por día.
El estado de Texas, donde la venta de armas personales está muy poco regulada, registra una media de 3.647 muertes anuales por arma de fuego, precisa Everytown.
Desde principios de año, al menos 17.196 personas han muerto por balas, según la organización Gun Violence Archive. Entre las víctimas, 7.626 murieron durante un homicidio, voluntario o involuntario, y 9.570 murieron por suicidio.
Los tiroteos también dejaron personas heridas. En los últimos casi seis meses, 14.247 personas han sufrido heridas de bala.
La niñez también es víctima
Los niños muchas veces son víctimas colaterales de balas perdidas o de un arma encontrada por casualidad, cuando no son atacados directamente, como en la escuela primaria de Uvalde, Texas.
En 2022, 647 menores murieron por disparos y más del doble (1.594) resultaron heridos. Según este balance, 140 niños menores de 11 años murieron y 2.898 resultaron heridos. El año pasado, 1.560 menores murieron y 4.132 resultaron heridos.
En un país donde las armas circulan libremente y la legislación difiere según los estados, en 2020 se notificaron 19.350 homicidios con arma de fuego, un aumento “histórico” de casi un 35 % respecto a 2019, y 24.245 suicidios (+1,5 %), según las más recientes estadísticas disponibles de las autoridades sanitarias estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho un llamado al Congreso para que prohíba la venta de rifles de asalto o imponga un sistema universal de verificación de antecedentes penales y psiquiátricos para los compradores de armas.
*Con información de AFP.