Si bien en teoría uno elige a su pareja para pasar la vida entera juntos, también en teoría esa vida implica trabajar, salir a comer con amigos y básicamente hacer planes que no siempre incluyen a esa única persona dentro de ese mismo hogar. Pero el coronavirus cambió las reglas de juego y ahora muchas parejas se ven obligadas a pasar día y noche encerradas en sus casas por semanas, quizás meses, sin ver a nadie más. Incluso en situaciones de amor y cuidado mutuo es posible agotar la paciencia. "Quinto día de cuarentena. Mi marido me dijo: "Pongamos horarios para hablarnos", dice un tuit que se volvió viral. Y por WhatsApp circula un texto que invita a los solteros y divorciados a aplaudir en sus balcones a determinada hora para "reconocer el esfuerzo que están haciendo los casados". Más allá de las bromas, la cuarentena obligatoria o autoaislamiento inyecta una presión grande. En China, donde las ciudades están volviendo de a poco a la normalidad tras haber pasado el momento crítico de la crisis por el coronavirus, varias oficinas de registro civil están alcanzando cifras récord de solicitudes de divorcio, reportó el diario oficialista chino Global Times. "Las parejas están sometidas a una doble o triple situación de estrés debido al confinamiento derivado de la pandemia de coronavirus", explica a BBC Mundo Cecilia Martín Sánchez, psicóloga especializada en terapia de pareja y directora del Instituto de Psicología Psicode en España. “Al estar encerrados en casa es más difícil relativizar las pequeñas cosas que pasan en el día a día. La ‘mochila se va cargando’ y no hay paseos ni salidas para vaciar el equipaje”, dice. En otras palabras, "la cuarentena impide que se liberen tensiones". Noemí Díaz Marroquín, terapeuta familiar y de pareja, además de docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincide en que la "convivencia forzosa las 24 horas" inhibe “espacios de desfogue, de desconexión”. Esto exacerba problemas de pareja previos, los cuales “tienden a expresarse cargados con una alta emotividad, lo que hace muy difícil su solución", dice a BBC Mundo. Por si esto fuera poco, agrega, también genera nuevos conflictos de índole cotidiano. 1. Trabajar por la armonía en el hogar "En estos días donde todos estamos ansiosos y preocupados es normal que nos surja mayor irritabilidad", dice Martín. Por eso, explica, es importante "tener paciencia hacia la irritabilidad de nuestra pareja y de nuestros hijos. Si ellos también la tienen con nosotros, podremos mantener la armonía en el hogar". Díaz, por su parte, habla de la importancia de “concentrarse en mantener la estabilidad personal y de pareja cada día”: "Hay que mantener pensamientos positivos, porque la crisis va a pasar". En este sentido, afirma que no hay que “pretender resolver problemas añejos en estas circunstancias y darse cuenta que lo más importante en este momento es mantener la armonía en la convivencia diaria”. Parte de este equilibrio, dice la mexicana, se logra manteniendo el contacto "con tu red de apoyo familiar y social". 2. Limitar el tema del coronavirus Las dos psicólogas destacan que es bueno mantenerse informado sobre el coronavirus, pero sin obsesionarse. En este sentido, Díaz habla de “mantenerse informado de la pandemia solo de fuentes confiables y no saturarse de información”. Lo mismo sucede con las conversaciones sobre el covid-19, que Martín recomienda limitar a un máximo de 1 hora por día. "Es necesario poder desahogarnos y sentirnos escuchados cuando manifestamos nuestras quejas, nuestra preocupación o nuestro enfado ante todo lo relacionado con esta pandemia, pero no debemos dejar que se convierta en el monotema en casa las 24 horas", dice la psicóloga española. Y recomienda aprovechar la situación para mantener conversaciones más interesantes. Esto va desde preguntar por metas de desarrollo personal hasta qué animal te gustaría ser. 3. Distribución equitativa de las tareas Estar en cuarentena o autoaislamiento implica tener tareas extras en el hogar (como cocinar y lavar más) y, en el caso de tener hijos o personas a cargo, asumir roles más activos de cuidado, bienestar y hasta educación. Díaz reconoce que esto "puede favorecer que la atención se distribuya" y baje la potencial tensión en la pareja. “Pero, por otro lado, en especial cuando hay niños, demandan mucho cuidado, lo que agota a los padres”, afirma la psicóloga mexicana, aclarando que en estas circunstancias son las mujeres quienes suelen resultar con mayor sobrecarga y riesgo para su salud física y mental. Por eso cree que es importante "distribuir las labores del hogar y el cuidado de los otros en forma equitativa".
4. Hacer cosas que nos gustan (y para las cuales nunca tenemos tiempo) "A mayor nivel de estrés, más tiempo de ocio es necesario para combatirlo", afirma Martín. "Busca tu momento diario para hacer deporte en casa y que cada uno proponga algún juego en pareja o en familia para realizar: juegos de mesa, disfrazarse, hacer entre todos una obra de teatro o sketchs de humor para grabar y enviar a la familia", ejemplifica. Díaz, por su parte, también menciona la importancia de "realizar actividades placenteras sin sentirse culpables", como ver películas, leer, jugar, hacer ejercicio o meditar. 5. Conservar momentos de privacidad "No hay que sentirse obligados a interactuar todo el tiempo", dice Díaz. En su opinión, hay que respetar los espacios de privacidad, permitiendo que "cada uno tenga momentos solo y se dedique a actividades personales". Para eso es bueno “acordar una rutina diaria en pareja y en forma individual”, recomienda. Martín plantea “pactar con tu pareja al menos 1 hora al día a solas para poder hacer lo que tú quieras”. “Este espacio a solas es necesario para relajarse, desconectar de pareja e hijos, pensar en tus cosas, escuchar tu música o simplemente tumbarte a descansar", dice la psicóloga. Y explica: "Si nos respetamos esos espacios individuales y a solas evitaremos la sobrecarga y la tensión que se genera en esta situación anormal de pasar 24 horas juntos en un espacio cerrado". 6. Buscar espacios de intimidad para la pareja Según Martín, estar encerrado no implica matar el romanticismo. “Se puede aprovechar cuando los niños duermen para fijar ciertas ‘citas de pareja’, en las que se puede hacer una cena romántica para dos vestidos guapos, con música romántica de fondo, o un baño relajante con burbujas para dos", ejemplifica. También propone "jugar a los desconocidos y que uno tenga que seducir al otro, darse un masajito desnudos o cualquier cosa que ayude a salir de la rutina y recuperar la pasión en tiempos de coronavirus". A lo que agrega: "Es el momento idóneo para poder hacerlo sin salir de casa".