La oposición, promotora del paro, invitó a la Fuerza Armada Nacional (FAN) a que fijara una posición frente a Chávez, a quién acusa de querer instaurar en el país un régimen de tipo comunista similar al cubano, por violar la Constitución y arruinar la economía. En respuesta a eso, el general Julio García Montoya, Jefe del ejército de Venezuela, afirmó que el paro, que le ha traído a la industria petrolera grandes pérdidas, es un gran sabotaje que tiene que ser detenido, por eso dispone de todos los efectivos militares para desmontarlo.En un mensaje al país, García calificó el paro como un acto de "irresponsabilidad social y política".La baja producción petrolera, en un país que vive de esa industria, le ha ocasionado grandes pérdidas económicas a Venezuela y es el punto débil para el gobierno Chávez. A pesar de ello, el presidente se niega a renunciar por esa presión. En los últimos días, el gobierno logró movilizar cuatro buques cisterna (de más de 40 que permanecen anclados en las costas venezolanas) cambiando el personal gerencial de PDVSA con la ayuda de tropas.Sin embargo, sólo ha podido despachar unos 2 millones de barriles en la últimas dos semanas, cuando en noviembre exportó 2.7 millones de barriles diarios. Esto confirma las grandes pérdidas que ha enfrentado el país, cuyas ganancias dependen en un 80 por ciento de las ventas del mineral.Así lo confirmó García, que durante su discurso, dijo que el paro de PDVSA constituye "un sabotaje contra la principal fuente de riquezas de Venezuela".Por su parte, el Concejo Permanente de la Organización de Estados Americanos aprobó el lunes una resolución invitando a los venezolanos a una solución electoral a la crisis y dejó entrever la posibilidad de una futura reunión de cancilleres.A pesar de todo esto, Chávez es firme al asegurar que sigue en el poder, mientras que el paro ya inicia su decimosexto día.