El anunció es otro de los frutos de los desacuerdos entre Aliados y Opositores. Éstos últimos, que se oponen a un ataque a Irak, conformados especialmente por Francia y Alemania, acusaron a los primeros de "jugar a las escondidas", señalando que intentaban engañar al consejo para conseguir una autorización del uso de la fuerza contra Irak."No es una cuestión de garantizar unos pocos días adicionales a Irak antes de comprometerse nuevamente con el uso de la fuerza, sino avanzar resueltamente en un desarme pacífico seguido por inspecciones, que son una alternativa creíble a la guerra", aseguró Dominique de Villepin, ministro de Relaciones Exteriores francés.Como respuesta a ese pronunciamiento, el embajador británico de la ONU, Jeremy Greenstock dijo ante la prensa que si la propuesta de su país gana consenso, los patrocinadores de la resolución del 17 de marzo (Gran Bretaña, Estados Unidos y España) estarían dispuestos a extender ese plazo.Sin embargo, el embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, sostuvo que si el consejo consigue un consenso, una opción sería "una muy breve extensión" del ultimátum actual.