Aunque el programa fue evaluado y aprobado por el Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el Departamento de Estado anunció que se cambiará el glisfosato, químico utilizado para las fumigaciones por uno con menor grado de toxicidad.El informe se hizo debido a las exigencias del Congreso estadounidense de evaluar los riesgos que corría la población expuesta y el medio ambiente con la fumigaciones. Por tal razón congelaron los fondos destinados para este fin, hasta no lograr que se hiciera un estudio detallado al respecto.Este informe también será utilizado por el Gobierno del país norteamericano, para demostrar a quienes se oponen a las fumigaciones y han pedido suspenderlas.