La huelga general de trabajadores afectó parcialmente las actividades del país. La mayoría de la prensa escrita no circuló y los negocios que abrieron sus puertas recibieron una sonora protesta con cacerolas, de personas que le exigían adherirse a la acción. Algunas calles con gran afluencia de gente, estuvieron semidesiertas. El transporte público operó normalmente, pero no la gente que normalmente hace uso de él.Carlos Ortega, presidente de la Confederación de trabajadores de Venezuela (CTV), organización que está adherida al paro, denunció que algunos líderes opositores han sido amenazados y otros cuatro fueron detenidos "arbitrariamente"."El presidente Chávez sigue en su actitud terca y arbitraria de no aceptar el llamado a la consulta electoral.", dijo Ortega. "Solicitamos al gobierno que regrese a la mesa de negociación y acuerdo a fin de discutir y acordar de forma inmediata la exigencia constitucional hecha por más de dos millones de venezolanos para una consulta electoral", agregó.Por su parte el Ministro del Interior, Diosdado Cabello, anunció que en vista de la "irresponsabilidad" del paro, al menos 50 personas habían sido detenidas entre el domingo y el lunes por intentar causar problemas en medio de las protestas. "Mañana (martes) va a ser bien difícil encontrar un local cerrado. Entonces va a ser un paro de palabras", dijo Cabello. "Esos señores que están llamando al paro no tienen nada que perder, su prestigio está por el suelo, no tienen ningún tipo de liderazgo y solamente están lanzando una bola para ver quién la agarra", concluyó.