El anuncio fue hecho por el Episcopado Colombiano quien manifestó su preferencia por realizar un acuerdo humanitario."Es que la vida y la libertad ni se compra, ni se vende y por consiguiente ni se cambia, ni se negocia. Por el contrario, se respetan y se defienden", sostuvo el obispo de Popayán, monseñor Iván Marín.Por su parte, el presidente Alvaro Uribe Vélez, calificó como desgarrador el secuestro de monseñor Jiménez y del párroco de Pacho (Cundinamarca), Desiderio Orjuela.Uribe enfatizó en las acciones del ejército para lograr la liberación de los sacerdotes y la disposición del Gobierno para salir de esta crisis mediante un canje o u acuerdo humanitario "a través de Naciones Unidas".