Más pie de fuerzaLa incorporación de soldados campesinos hace parte del programa "soldados de mi pueblo", una estrategia del Gobierno para combatir los grupos armados y proteger las zonas rurales y urbanas que están desprotegidas por la escasez de soldados y por el incremento de acciones terroristas."Estos soldados van a cuidar para que se pueda alejar de Guasca toda amenaza terrorista. La inversión y el empleo se han afectado mucho, a los empresarios les da temor invertir porque cuando se empieza una inversión inmediatamente llega el riesgo de un secuestro", dijo Uribe.Los nuevos soldados recibieron instrucción militar durante tres meses en el manejo de armamento y en operaciones ofensivas y defensivas. Cuidarán 278 pueblos ubicados en 14 de los 32 departamentos del país.Los más de 10.000 soldados que se incorporaron al ejército como soldados campesinos, se suman a otros 5.112 que se enrolaron en diciembre. El plan de Uribe contempla la incorporación de un total de 20.000 soldados campesinos dentro de una estrategia para duplicar el número de combatientes del ejército y de la policía. "Los guerrilleros y paramilitares son terroristas, no combatientes"En la ceremonia, Uribe se refirió a las sugerencias de algunos estamentos de la sociedad y de los mismos grupos armados de considerarlos como combatientes para avanzar en un proceso de paz. "Yo no los reconozco como combatientes, los señalo como terroristas. Ellos no le dan un solo combate al Ejército ni a la Policía. Lo que hacen es ponerle minas (...) y ahí vemos los resultados, centenares de policías y de soldados lisiados", aseguró Uribe Vélez. "Este país tiene todas las libertades para la oposición política, para la crítica, para el orden establecido. Entonces nosotros no podemos legitimar lo que es esta lucha armada terrorista contra la ciudadanía colombiana. Así como los señalamos de terroristas, los vamos a combatir de la mano de los derechos humanos, con la Constitución, transparentemente".En la ceremonia también estaba presente el general Jorge Enrique Mora Rangel, comandante de las Fuerzas Militares, quien a su vez afirmó que los guerrilleros "son unos bandidos sin ideología, sin filosofía, sin política, y lo que están haciendo es destruir a los colombianos".